Dos semanas con el iPad «básico»: suficiente pero una tableta que resulta muy familiar

Es, en efecto, una tableta básica. Lo mires por donde lo mires. Pero no es óbice para pensar que es un mal producto . Al contrario. Ofrece un enorme desempeño. Funciona de manera tremendamente fluida. Es cierto que su diseño está cortado con el mismo patrón de siempre. Esto es: unos marcos algo dimensionados y bordes redondeados. La estética es muy tradicional, pero efectiva. De aquí que resulte muy familiar. Porque es calcada a la del año pasado. Pero eso lo convierte en el mejor iPad para aquellos consumidores que no necesitan el iPad más potente. Y hay muchos así.

En realidad se han actualizado algunos componentes para ofrecer un mayor rendimiento. Es, junto con su precio, su gran baza, porque tiene caballos de sobra para gestionar las principales tareas que puede necesitar un usuario en su día a día . ¿Se puede trabajar con ella? Bien, esta es una cuestión que presenta una enorme escala de grises. El dispositivo es c ompatible con el teclado Smart Keyboard mediante un conector de tres pines que encaja a la perfección gracias a su sistema de anclaje magnético.

Con este accesorio, que se vende por separado, se puede escribir y realizar informes. Tareas esenciales para muchos trabajos. Lo solventa con arrojo y decisión. También presentaciones. Donde más fuerza gana es a nivel de diseño . No está, evidentemente, a la altura de su «hermano» el iPad Pro ni por tamaño, sensibilidad y pantalla laminada, pero la compatibilidad con el Apple Pencil es fantástica. Este accesorio, un lápiz óptico ya conocido por los seguidores de la marca estadounidense, permite desde bosquejar, dibujar y retocar digitalmente imágenes.

Hace todo lo básico de manera solvente, aunque con un poco de más fuerza que antes. Incorpora un procesador A12 Bionic que su interior (el mismo que los iPhone XS) que presenta un buen rendimiento a pesar de no ser el más potente de su catálogo. Pero muchos usuarios no notarán cuelgues ni problemas. Para las tareas habituales como por ejemplo navegar por internet, jugar al título del momento o consumir contenido multimedia de vez en cuando retequesobra. Es cierto: se echa de menos algo más de resolución, un panel de mayor calidad y un sonido más potente. De lo que más se echa en falta es un poco más de espacio: solo ofrece 32 GB y 128 GB de almacenamiento.

Tamaño sigue siendo cómodo y manejable . Tiene una pantalla de 10.2 pulgadas y una resolución de 2.160 x 1.620 píxeles. La parte menos amigable es que carece de muchas de las funciones avanzadas que sí se encuentran en modelos más avanzados del iPad como la doble cámara trasera, el sensor de reconocimiento facial Face ID, la calidad del panel o la capacidad para grabar vídeo en 4K. El resto, sigue los pasos de modelos anteriores. De hecho, conserva Touch ID. Es decir, el sensor de huellas dactilares integrado en el botón de Inicio, que sigue siendo una solución biométrica muy fiable.

Dispone de una única cámara de 8 megapíxeles y una frontal de 1,2 megapíxeles de rendimiento mejorable. Precisamente aquí patina un poco porque la calidad de imagen que proyecta deja algo que desear, así que no es la mejor herramienta para hacer videoconferencias. En cambio, se dispone de una autonomía que alcanza sin miramientos las 10 horas. Otro aspecto que tampoco se ha tocado es el puerto Lightning, lo que lo limita en su deseo de copar las aulas y reducir la hegemonía de los ordenadores Chromebook. A cambio, tenemos (acertadamente) el puerto para auriculares.

Otra novedad es iPadOS 14, la versión para tabletas del sistema operativo de Apple, que no revierte apenas cambios importantes en comparación al año anterior . La característica más novedosa es Scribble, que permite añadir texto utilizando el Apple Pencil directamente en los campos de texto. Así que es útil para el aula.