El «topo» de Nokia aspira al trono de Microsoft
Nokia le fichó como «salvador», pero tres años después ha firmado su sentencia. Para unos, un traidor. Para otros, el próximo líder de Microsoft
j. f. alonso
El perfil oficial de Nokia en Twitter tiene una acotación reveladora: «Indestructible. Desde 1865. #cambiar». Un hecho (durante una época, Finlandia pudo apellidarse Nokia, tal era su influencia social y poderío económico) y un propósito. Y sin embargo, el mensaje del consejero delegado Stephen ... Elop a sus empleados en el invierno de 2010, tras un fichaje lleno de aristas y sospechas, fue mucho menos complaciente. En un correo interno se refirió a la empresa como una «plataforma en llamas». Y en un discurso público, un gélido día de marzo de 2011, en un gimnasio de la localidad de Salo, sentenció: « Todo lo que se ha hecho desde 2007 ha sido equivocado ».
Stephen Elop (Canadá, 1963) ganó una cierta fama como ejecutivo riguroso en compañías como Internet Macromedia, Adobe, Juniper Networks y, sobre todo Microsoft, donde se había encargado de perfeccionar el producto Office (versión 2010). Era una figura en alza, de los que duran dos años en cada despacho. De Microsoft (2008) a Nokia (2010), una leyenda de la innovación en Finlandia y en Europa que, en aquel momento, daba empleo a 125.000 personas (hoy, a 97.000), aunque ya era un gigante herido.
Elop se fue a Helsinki y dejó a su familia (esposa y cinco hijos, incluidos los trillizos) en Seattle a cambio de un cheque y un peldaño más en su carrera: un contrato de 1,1 millones de euros anuales más un «bonus» de 4,5 millones para terminar de convencerlo. Era el primer máximo ejecutivo extranjero de Nokia . Un salvador, según la versión más complaciente. O, dada su condición de aficionado al hockey sobre hielo, un jugador duro capaz de zarandear una empresa anquilosada. Pronto fue también un sospechoso, quién sabe si un topo de Microsoft.
Lo cierto es que en estos tres años (2010-2013) ha dado motivos para la duda. Primero, liquidó el sistema operativo propio, Symbian (endeble, pero entonces aún mayoritario), y lo cambió por el recién nacido Windows Phone (Microsoft). Segundo, desestimó la posibilidad de unirse a Android , el sistema operativo líder y abierto creado por Google, al contrario de lo que hicieron todos sus rivales asiáticos (Samsung…). Tercero, acaba de vender la división de móviles de Nokia a su exempresa por 5.400 millones de euros (relativamente poco: Google pagó 9.800 por Motorola). Y cuarto, Steve Ballmer, hasta ahora primer ejecutivo de Microsoft, ya le ha señalado como su posible sucesor, el próximo año. «Stephen pasará de candidato externo a candidato interno».
Cuando todo ha fallado
Quienes lo conocen dicen que lo mejor de Elop no es la intuición . Es rápido, transparente, exigente. «Primero hay que creer en ti mismo», suele decir. En una empresa en la que nunca pasaba nada, sus directivos tuvieron que acostumbrarse a un examen continuo que no ha evitado la muerte de la única gran compañía de móviles europea. ¿Qué ha fallado? En realidad, todo. En 2007 Nokia se tomó a broma la revolución iPhone (al público no le gustaban las pantallas táctiles, tenía mala calidad de sonido, era poco útil para enviar sms…, dijeron). Symbian, el sistema operativo de Nokia, fue una respuesta floja; su tienda de aplicaciones, Ovi Store, se reveló incapaz de competir; el sistema operativo MeeGo apenas es un vago recuerdo... Por si fuera poco, Elop eligió mantenerse fuera de Android (lo mismo que Blackberry, ahora también al borde del precipicio). El frío hombre de Canadá explicó que Apple y Android merecían una competencia real, e impulsó un modelo que recibió muy buenas críticas, el Lumia. Gustó, pero por ahora nadie pide un Windows Phone en las tiendas.
Lo que quede de Nokia-Finlandia tras esta operación (redes de telefonía móvil, básicamente) tendrá que reinventarse, como ha hecho en otras ocasiones en su larga y brillante historia («Indestructible…»). ¿Y Microsoft? ¿En qué situación queda? Curiosamente, «Nokia móviles» solo sigue siendo fuerte en los teléfonos «tontos», un mercado claramente a la baja. En cambio, en los smartphones es un actor secundario. Solo Apple, solo Google (Android): bipartidismo feroz . El primer día de trabajo de Elop, Nokia controlaba el 28% del mercado de smartphones; ahora, el 3. Microsoft recupera a su exdirectivo y quizá lo elija heredero de Steve Ballmer, que ya ha anunciado su marcha; controlará las patentes de Nokia; mejorará los márgenes de beneficios al ser a la vez fabricante y vendedor; podrá crecer en el mercado de los «cacharritos», que tanto se le resiste, y pelear al fin en el mismo terreno que Apple y Google... Quizá.
El «topo» de Nokia aspira al trono de Microsoft
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete