El ministro, además, garantiza que el anonimato del usuario que utilice la aplicación, que está siendo diseñada con el objetivo de bloquear el acceso de menores a contenido pornográfico, «está asegurado». Tanto en lo que se refiere a la solicitud de credenciales de acceso para webs de contenido para adultos como como al empleo de estas para navegar por su interior.
«La administración no guardará registro de solicitantes, así que no existirá ninguna lista que pueda ser consultada o hackeada», ha remarcado, además, Escrivá. De acuerdo con el Gobierno, toda la información de los usuarios quedará recogida en el interior de su propio dispositivo móvil.
La aplicación Cartera Digital Beta llegará en un plazo aproximado de dos meses y no sólo servirá para que los adultos puedan solicitar el acceso a páginas de contenido adulto. En su interior también se podrá almacenar DNI, titulación académica o el padrón.
Cada vez que se realice la solicitud de credenciales para acceder a pornografía, el estado le entregará lotes de 30 reutilizables hasta diez veces y de forma aleatoria. El objetivo es que las webs no puedan perfilar a los usuarios en base a la cantidad de visitas que realizan al sitio. Estas credenciales tendrán un caducidad de un mes. «Si se acaban se puede renovar sin límite aunque no haya pasado el mes», ha apuntado Escrivá.
Sea como fuere, el sistema ideado por el Gobierno seguirá teniendo, al menos en principio, una efectividad muy limitada en la red. El Gobierno, en un primer momento, no podrá obligar a ninguna de las webs de pornografía extranjeras a utilizar su sistema de verificación de edad, lo que hará que estas páginas, que gozan de mucha más popularidad entre los españoles que las nacionales, sigan siendo fácilmente accesibles para todos los usuarios; tanto los mayores de edad como los menor.
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