Por qué tienes que empezar a desactivar el Wifi de tu móvil cuando no estés en casa

Lo dejamos claro: si quieres evitar problemas de seguridad en tu dispositivo, lo mejor es que evites el Wifi siempre que salgas de casa. Incluso en tu domicilio deberías tomar algunas precauciones para evitar que tus datos y tus dispositivos queden al alcance de terceros.

Las Wifi públicas son aquellas redes que nos permiten conectarnos a Internet sin necesidad de emplear una contraseña. El Instituto Nacional de Ciberseguridad (INCIBE) señala que «si lo puedes evitar, no te conectes a redes inalámbricas abiertas. Las redes públicas pueden ponernos en peligro. Tanto el administrador como alguno de los usuarios conectados pueden utilizar técnicas para robarnos información».

Expertos en ciberseguridad consultados por este periódico han afirmado en repetidas ocasiones que, en caso de conectarnos a alguna red pública, debemos tener mucho cuidado con los sitios web que nos planteamos visitar. En concreto se recomienda intentar evitar el acceso a cualquier plataforma en la que se nos solicite el ingreso de una clave, como sería, por ejemplo, la cuenta bancaria, para evitar que la información quede al alcance de terceros maliciosos.

Los datos no solo podrían ser robados. Un cibercriminal también podría aprovechar una red Wifi para infectar nuestro terminal con código malicioso. «Es importante mantener siempre nuestro equipo actualizado con las últimas actualizaciones de seguridad para el sistema operativo y para las aplicaciones que tengamos instaladas», recuerdan desde INCIBE a los usuarios.

Entendemos que tirar de datos móviles puede ser un engorro. Principalmente, porque, como decimos, la experiencia de navegación suele ser algo más lenta que con Wifi y el gasto de la batería es superior. No obstante, si nos encontramos fuera de casa, y no hay ninguna red confiable cerca que podamos emplear, recurrir a ellos es, sin duda, la opción más recomendable. Especialmente si, como decimos, queremos conectarnos a herramientas y plataformas en las que almacenamos datos privados: desde redes sociales hasta cuentas de banca online o el correo corporativo.