Por qué las «telecos» han encendido el 5G pero todavía no es «puro»

El ecosistema tecnológico por el que discurrirá esta tecnología ha empezado a colocar sus primeras piedras. No hay duda de ello . Pero estos anuncios, como en el pasado, estarán sujeto a innumerables condicionantes para asumir que en un abrir y cerrar de ojos exista un lanzamiento comercial con garantías. Por ejemplo, cuando se complete el Segundo Dividendo Digital, el proceso por el cual se va a liberar la banda de 700 megahercios (MHz) del espectro radioeléctrico, pero también ante la necesidad de incorporar futuros desarrollos en el «core» de la infraestructura, es decir, el núcleo, la parte más sensible de la red.

El lanzamiento de las redes 5G en España por parte de Telefónica, previsto para octubre , estará operativo bajo el protocolo 5G Non Standalone (5G NSA, por sus siglas en inglés) conocido como «no autónomo». Algo similar a lo anunciado por Orange. Este tipo funciona a partir de la banda de 3,4 a 3,8 GHz, por lo que será una revolución paulatina hasta alcanzar las capacidades amplias que promete la tecnología. Y todavía no se pueden tirar cohetes porque queda un largo camino para acometer las reformas necesarias.

«Hay que distinguir la tecnología del despliegue», explica a ABC Arturo Azcorra , director de IMDEA Networks y catedrático de la Universidad Carlos III. «Se está haciendo un despliegue progresivo, que es lo normal. Se despliegan primero ciertas características de la tecnología, no todas, porque no siempre están disponibles, y luego se llevan a un área geográfica determinada. Ahora mismo tenemos la tecnología para la primera fase del 5G», recalca.

Esto se debe a que existen dos tipos de conectividad para las redes 5G aprobadas por el organismo regulador. El primero, 5G Non Standalone (5G NSA), requiere de explotar la infraestructura 4G ya existente. El segundo tipo, llamado 5G Standalone (5G SA), funciona a través de equipos 5G. El momento en el que se pueda calificar como 5G «real». Y lo que han hecho las «telecos» es mejorar la cobertura por medio de software, la tecnología DSS (Dynamic Spectrum Sharing), que permite desplegar 5G sobre espectro 4G. Un «truco técnico» para dar un paso de gigante y abaratar costes. La idea es que ambas tecnologías funcionen de manera simultánea. Y, con ello, situará a España como líder de Europa en esta tecnología.

Todavía queda un trecho, previsiblemente el año que viene, para poder sacar rendimiento al «core», al núcleo que organiza la red, que es muy complejo. «Todo el control de red, que es toda la inteligencia con la que funciona en el sistema NSA, es de 4G», matiz Azcorra, quien profundiza más en el asunto: «Todo el control de red [en la fase actual] se mantiene exactamente lo mismo porque la información de control tiene que ir por 4G. Por tanto, únicamente se pueden tener servicios 5G NSA donde se tiene cobertura 4G. No es un problema porque el 4G está muy difundido».

Aunque se trata de un despliegue NSA, los expertos coinciden en que presenta grandes ventajas de conectividad como un mayor caudal de datos y un retardo más bajo. «Lo que están contratando las telecos son capacidades de 5G, pero todavía no han llegado las capacidades del “Standalone” (NS) porque los “cores” tienen que ser fiables y estar totalmente probados», manifiesta Azcorra.

Para Luis Manuel Díaz , director de la División de Telecomunicación y Servicios de Altran España, «con estas soluciones que cambian software en remoto pueden tener casi 5G de manera rápida y con mucha cobertura». «Para tener las características totales del 5G haría falta cambiar el núcleo de la red, pero eso es algo que pasará a partir del año que viene y del siguiente porque era muy costoso», reconoce.

Pese a todo, los expertos coinciden en que el usuario, en el momento en el que se inicie el despliegue del 5G, van a notar un aumento de la velocidad y el ancho de banda. «Van a tener una sensación de que la red va mejor y eso va a depender de dónde desplieguen el 5G y de los terminales compatibles, pero en los próximos meses habrá muchos y cada vez más accesibles», asegura Díaz.

Uno de los posibles frenos al liderazgo obtenido por España en esta tecnología será la subasta de las frecuencias de 700 MHz. Para Díaz, «si los operadores son obligados a pagar un precio muy alto al gobierno, tendrán menor capacidad de inversión y harán el despliegue de 5G más lentamente» . A su juicio, es importante aprovechar la situación de liderazgo actual. «Estamos viendo que el 5G aporta ya unos beneficios claros de modelos de negocio y va a dar una mayor competitividad a las empresas españolas», insiste. Y añade: «El 5G es clave para reindustrializar España y tenemos una posición muy buena de partida que sería un error muy gordo no aprovecharla».