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Consejos para Pedro Sánchez y su nueva «community manager»

Moncloa ficha a la inspectora jefa de la Policía Carolina González para dirigir las redes sociales

Imagen del presidente del Gobierno Pedro Sánchez FOTO DE LA MONCLOA

J.M.SANCHEZ

A partir de ahora, el presidente del Gobierno Pedro Sánchez contará con una persona en particular para dinamizar y gestionar sus perfiles oficiales en redes sociales. Tanto las cuentas de La Moncloa como la suya propia las llevará Carolina González, inspectora jefa y hasta ahora «community manager» de la Policía , uno de los perfiles más seguidos en España y que, hasta la fecha, ha creado un estilo propio de dirigirse a sus seguidores.

No será, pues, tarea fácil la de dirigir cuentas con tantos seguidores. El personal de Sánchez tiene registrados hasta el momento más de 888 mil seguidores en la red Twitter, mientras que el de La Moncloa suma unos 567 mil seguidores. Como institución, el empleo de estas redes les sirve para lanzar comunicados y avanzar anuncios oficiales, siendo parte fundamental hoy en día de las campañas de comunicación.

Aunque son esenciales como herramientas, es importante tener en cuenta que no se deben manejar de manera descuidada, evitando en la medida de lo posibl e caer en lo burdo o en lo incorrecto . Un «tuit» mal puesto o un comentario fuera de lugar puede empañar toda su estrategia. Hay que tener en cuenta que, primero, no se trata de una firma comercial. El Corte Inglés, Media Markt, Game o Carrefour cuentan con sus propios «community managers» que han desarrollado su propio estilo.

Pero, sin embargo, una institución gubernamental tiene ante sí una reflexión: si optar por un lenguaje más comedido y serio o, por el contrario, buscar nuevas fórmulas para comunicar sus mensajes. He aquí la cuestión, pero también nos podemos aventurar en dar una serie de consejos prácticos para tener en cuenta a la hora de llevar un perfil tan importante como el del Gobierno de una nación.

Transparencia

Vivimos, o deberíamos, en la era de la transparencia. Es el tótem a idolatrar, el mantra que persiguen todos nuestros gobernantes. Es un valor cada día más demandado por los ciudadanos porque le confiere, en primer lugar, confianza, pero también seguridad. Pero, a su vez, el perfil de Twitter de un presidente tampoco debe ser frío. Debe dar la sensación de que hay una persona detrás y no una máquina. Una decisión que puede ayudar a recibir los mensajes de otra forma menos violenta. «Debe dar imagen de solvencia y de transparencia absoluta», apunta Pablo Herreros , experto en social media y autor de « Sé transparente y te lloverán clientes ».

Evitar los chistes fáciles

Es común, sobre todo en una red como Twitter que se presta tanto al chiste fácil, soltar un comentario divertido. Sin embargo, a nivel corporativo tampoco es una de las mejores opciones. Es cierto que exprimir un lenguaje sencillo, moderno, actual e informal se presta para tratarse de un medio vanguardista que han abrazado los más jóvenes sobre todo.

Pero eso no quiere decirse ante acontecimientos de calado se acompañe un mensaje con un gif de Batman . Ocurrió, y es real, que el perfil de la Policía informó de que uno de los miembros de La Manada había intentado actualizar su pasaporte . El mensaje se ilustró con una imagen del conocido superhéroe. Igual no era el momento adecuado para hacerlo, y así se lo hicieron ver los seguidores. «En cuanto al tono, es importante que subraye su preocupación por cumplir con un servicio público pero que no lo haga presumiendo de ello sino con normalidad: los españoles quieren gobiernos que hagan su trabajo -servirles- y que muestren con naturalidad, y sin sacar pecho, que el bien común es el eje que les guía», considera este experto.

Rapidez

Uno de los aspectos más importantes de las redes sociales es la velocidad a la hora de transmitir un mensaje. Los tiempos son importantes, al igual que las horas y momentos del día en hacerlo. De cara a informar sobre acontecimientos importantes será conveniente que los perfiles de redes sociales oficiales del Gobierno sea consciente de estas actitudes. Eso contribuirá, a su vez, a ganar una mayor confianza entre los seguidores. Un aspecto que deberán reconsiderar puesto que muchas personas optan cada vez más por informarse a través de estas plataformas sociales.

Servicio y útil

La nueva «community manager» de La Moncloa tiene experiencia acreditada a la hora de potenciar el Twitter de la Policía como un servicio público. En general, los «tuits» se han vestido de servicio público. Han sido útiles para los ciudadanos, algo que también podrá instaurar en su nuevo cargo. En posibles casos de emergencia o crisis deberá ser consciente que, lo primero, están las personas. La idea: ayuda a la gente. La mayoría de las veces, el contenido deberá ser útil para las personas. Será inevitable, asumámoslo, que ser vaya a hacer propaganda, pero de vez en cuando no estaría de más hacer otras cosas. Es importante darle un motivo a la gente para que te siga. «La estrategia debe pasar por buscar lo compartido y no lo exclusivo; solo servirá centrarse en desarrollar y comunicar aquello que une a todos», sostiene Herreros.

Interactividad y escucha activa

Otro de los aspectos más importantes y que prima sobre todo lo demás en redes sociales es su bidireccionalidad. Sin lugar a dudas, este concepto ha cambiado para siempre la forma de relacionarse entre las personas y las empresas. No le pediremos a la cuenta oficial de La Moncloa que nos conteste uno por uno, pero sí, al menos, que tenga presente a sus seguidores, que escuche lo que tengan que contar. Porque esta actitud, si se tiene cierta habilidad, puede ser muy fructífera en términos cuantitativos, pero también como herramienta de fidelización. Algo, por cierto, reclamado a las empresas y corporaciones de todo tipo.

No abusar de los personalismos

Una de las críticas a Pedro Sánchez en su particular forma de comunicar ha sido el excesivo personalismo en torno a su figura. Son ya recordadas las imágenes de las gafas de sol en el avión o las manos durante sus reuniones. Sin embargo, hay que tener presente que el presidente está al servicio de los ciudadanos y debe velar por ellos.

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