Cómo Samsung consigue vender más que Apple

Las estadísticas que dan al Galaxy S III como el teléfono más vendido en el segundo trimestre del año tienen una serie de matices. El primero es que las cifras arrojadas por Strategy Analytics del teléfono de Samsung se refieren a las ventas a los distribuidores, mientras que el dato de las de Apple es el de las ventas al consumidor final. Es decir, muchos de los teléfonos contados de Samsung aún no han salido de la tienda. Además, no hay que olvidar que un gran número de potenciales clientes del teléfono de Apple esperaban en esas fechas el lanzamiento del iPhone 5 en septiembre.

Samsung controla la producción de sus teléfonos todavía más que Apple. El control de la producción supone una mejor adaptación de los componentes al aparato, y de la fabricación a la demanda. Aunque la compañía de la manzana diseña sus componentes, encarga su fabricación, en algunos casos a competidores directos.

La fidelidad de los clientes de Apple es uno de los puntos fuertes de la compañía, potenciado por su afán de separar sus productos haciéndolos incompatibles con el resto. Sin embargo, la lealtad comienza a tambalearse, aunque sin alarmismos. Según Strategy Analytics , el número de clientes de Apple que volverían a comprar un teléfono de la misma compañía ha descendido del 93% al 88% en el último año en Estados Unidos. En Europa ha bajado aún más, del 88% al 75%.

Los rumores sobre la posibilidad de un iPhone de bajo coste son recurrentes. Ahora más desde que su hegemonía está en cuestión. Samsung, a diferencia de Apple, cuenta con una variedad de teléfonos para diferentes precios sin descuidar su producto estrella. Su estrategia es efectiva para acaparar cada vez una mayor cuota de mercado hasta haber desbancado este año a Nokia, después de 14 años, como mayor productor de móviles. Apple, por el contrario, solo cuenta con un único aparato en diferentes versiones. El iPhone barato es todavía improbable, aunque la aparición del iPad mini es un primer indicio de la posibilidad de que la compañía baje a la arena de la variedad de gamas y precios.

Apple ganó la gran batalla de la guerra de patentes con la sentencia que multó a Samsung con el pago de 800 millones de euros a finales de agosto pasado. La contienda no terminó ahí. El último pleito de los de Cupertino es por el supuesto plagio de la tableta Samsung Galaxy Note 10.1. Sin embargo, lejos del deseo de Steve Jobs de «destruir» a la competencia, el actual CEO de la compañía, Tim Cook, es más pragmático. El reciente acuerdo con HTC para sobre patentes es el mejor ejemplo de no desviar esfuerzos hacia los litigios.

La señal más significativa del momento de zozobra de Apple está en la actual desconfianza de los inversores. La compañía tecnológica de mayor valor de mercado ha caído casi un 25% desde que alcanzó un máximo récord en septiembre, cuando cotizaba a 702 dólares por acción. La semana pasada llegó a caer hasta los 537 dólares y, desde entonces, se mantiene en esas cifras. La compañía sigue vendiendo a buen ritmo, pero los mercados ya no dan por descontado su supremacía a medio plazo en el mercado.

Ya no es tan obvio que el último dispositivo de Apple es el mejor del mercado. Apple tiene en Samsung por fin un competidor de su nivel tecnológico. El iPhone 5 recibió críticas por conformista y poco innovador, aunque conseguirá sobreponerse en ventas al Galaxy S III en el siguiente trimestre, según «The Wall Street Journal» , hasta que Samsung saque un modelo nuevo. Un movimiento de zigzag en las gráficas de ventas. Antes Apple no sufría esto.