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JAPÓN

El día que Google recorrió las heridas de Fukushima

M. MCLOUGHLIN

Dos años después del tsunami que azotó con terribles consecuencias la costa nipona, existe una frontera 'casi sagrada' a 20 kilómetros a la redonda de la maltrecha central nuclear de Fukushima donde solo unos pocos pueden acceder. Entre estos, la mayoría son técnicos gubernamentales, ingenieros ... y demás miembros del gremio que pisan esta ingente área en contadísimas excepciones. El marcial decreto sanitario ha impedido, entre otras, cosas iniciar las tareas de reconstrucción en decenas de pueblos. Barcos partidos por la mitad en la cuneta de una interminable carretera o los vestigios de zonas residenciales y comerciales ahora gobernadas por la maleza.

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