El síndrome de inmersión, el peligroso choque térmico que debes evitar en la playa y en la piscina

Estos casos, que ocurren más habitualmente de lo que uno se piensa, son conocidos popularmente por muchos como cortes de digestión

Fallece un niño de cuatro años por un síndrome de inmersión en una playa de Los Narejos (Murcia)

A. Cabeza

Barcelona

Cuando llega el verano muchos ansían con pasar todo el día en remojo y allí, incluso en el ambiente más relajado posible, pueden darse situaciones de peligro. En efecto, en el agua pueden producirse resbalones u otro tipo de accidentes y también hay que ... pensar que, aunque no es probable, en playas o ríos pueden aparecer animales que nos den un susto.

La salud nos puede jugar también una mala pasada en el agua y prueba de ello son las múltiples muertes de bañistas por ahogamiento, sobre todo en la playa. Se dan, sobre todo, por despistes y también imprudencias cuando la gente se baña confiando demasiado en la técnica y el aguante de uno en el agua e ignorando el estado de la mar y los avisos de la bandera.

En este sentido, en los últimos tiempos se ha conocido otro posible problema crítico en el agua, que una persona sufra un síndrome de inmersión. Esto es lo que le ocurrió recientemente a un niño de cuatro años en Molina de Segura (Murcia), que ante las dificultades de reanimación acabó ingresado y desgraciadamente acabó muriendo tres días después en el hospital. ¿En qué consiste este síndrome?

Síntomas varios

En el caso conocido ahora el menor fue rescatado de la piscina de una urbanización en una situación muy complicada: como informaron fuentes del gobierno murciano, estaba inconsciente pero vomitaba. Los servicios de emergencias pudieron reanimar al niño y fue trasladado a un hospital, donde días después no pudo superar su complicado cuadro.

En realidad al menor le ocurrió lo que se conoce popularmente como un corte de digestión y que por desgracia ocurre más a menudo de lo que nos pensamos. Técnicamente esta afección se llama síndrome de inmersión o hidrocución y se produce cuando el cuerpo entra de forma repentina en contacto con agua fría. La comida, en este sentido, no tiene nada que ver con lo que ocurre al bañarse.

Así, por culpa de este choque térmico se producen cambios en la presión arterial y en la frecuencia cardíaca que pueden generar malestar y aparecer al afectado como síntomas digestivos. «Cuando una persona se introduce en agua fría, muy rápidamente, en especial después de una comida copiosa, puede sufrir un mareo, náuseas o malestar», relatan desde el portal de Quirónsalud.

En concreto, entre los síntomas de este síndrome están las nauseas, el malestar general, la debilidad, escalofríos, o incluso una bajada de la presión que pueden llevar a una pérdida del conocimiento o, en el peor de los casos, una parada cardiorrespiratoria. Si estas sensaciones se producen dentro del agua existe la posibilidad de que el afectado se ahogue.

¿Cómo evitarlo?

Para evitar este problema lo mejor es hacer lo que popularmente se ha hecho o los adultos decían a los niños: es aconsejable no bañarse en agua fría inmediatamente después de haber comido, y todavía es más importante evitarlo si se hace tras una comida copiosa o en aquellos días con temperaturas muy elevadas. También es arriesgado entrar de repente en el agua si el calor es extremo.

Si, a pesar de las prevenciones, uno nota que está encontrándose mal lo idóneo es salir del agua, avisar a alguien de que uno no se encuentra bien para que no quedarse solo, tumbarse, colocar las piernas en alto para evitar la bajada de presión que pueda llevar a una lipotimia y si es posible pedir ayuda médica a alguien que esté en la zona.

Artículo solo para suscriptores

Accede sin límites al mejor periodismo

Tres meses 1 Al mes Sin permanencia Suscribirme ahora
Opción recomendada Un año al 50% Ahorra 60€ Descuento anual Suscribirme ahora

Ver comentarios