«No habíamos visto nunca en España incendios tan destructivos»

«La situación es muy preocupante. Ya hay una gran pérdida de valor biológico», afirma. Castañares añade que «puede convertirse en un desastre medioambiental, si este ritmo fuerte de incendios continúa todo el verano».

Una de las principales pérdidas del Parque Nacional de Monfragüe son seis nidos de buitre negro, una de las joyas de la fauna en la zona: «En una época de reproducción se han perdido varías crías que podrían haber nacido sin problemas, en otras circunstancias».

Este experto sobre incendios y su comportamiento recuerda una situación similar en España, en el año 2003: «Esta vez el episodio de ola de calor ha empezado antes y las situaciones han cambiado, no había incendios tan destructivos».

Aunque la situación actual en Monsagre es de «calma tensa», explica que el fuego puede volver a reproducirse: «Aparecerá combustible en la tierra y se formarán nuevos incendios». Por otra parte, en la zona de Extremadura también sigue preocupando el incendio de Las Hurdes: «El suelo pobre de esta zona y sus laderas pronunciadas puede complicar la reconstrucción del monte. Si aparecen lluvias en los próximos meses, sería un desastre total».

«La principal causa de los incendios es la despoblación. Se ha abandonado el medio rural. No hay cultivos y el monte se ha cubierto de matorral», afirma. Por este motivo, las superficies quemadas en los incendios son mayores: «No se extrae el combustible, ni dejamos que se quemen los pequeños incendios».

Sobre este asunto, Castañares explica que «si apagas un pequeño incendio, más grande será el incendio que vendrá después». «El monte está vivo. En la mitad sur del país, hay entre dos y cuatro toneladas de biomasa por hectárea y año, que se sigue acumulando cada vez más y se generan incendios más grandes», admite con rotundidad.

Castañares tiene claro cual es la solución para evitar los incendios forestales cada verano: «Es de capital importancia gestionar el monte, hay que reducir el combustible de la tierra». «La solución no está en los medios, no hay que contratar más helicóperos, es únicamente un problema de gestión del territorio. «Si no gestionamos el bosque, el fuego lo hará por nosotros», apunta.

¿Por qué los políticos en vez de hablar de cómo el Gobierno ha gestionado el combustible, nos habla de las condiciones del viento o de la falta de humedad sobre el terreno?, se pregunta. Castañares no tiene duda de que «la única responsabilidad política es la gestión, no hay otra solución».

Para Castañares, el problema actual es que «los bomberos tienen que dedicarse a proteger los pueblos y no pueden atender a las labores de extinción. Hasta ocho fuegos están fuera de capacidad, que con una gestión del territorio durante todo el año, estarían extinguidos».

Monfragüe ha perdido, hasta la fecha, ha perdido 3.000 hectáreas (de las cuales 300 forman parte del Parque Nacional). Pero como avisa Castañares uno de los daños más importantes es la ganadería de la zona: «Visité Casas de Miravete y vi yeguas muertas y ovejas muy heridas. Hay pueblos que lo han perdido todo (menos sus casas), su modo de vida ha desaparecido por completo».

Por último lanza un mensaje de prevención: «Hay que estar atento a los incendios y evitar que se hagan grandes». «Estamos en una situación donde la tierra está a punto de arder, se prende solo con la vista».

El presidente de la Asociación Extremeña de Empresas Forestales y del Medio Ambiente confía en que se aprenda la lección y «no olvidar este tipo de situaciones durante todo el año».