¡Adiós sudor!

La hiperhidrosis puede ser primaria, cuando se focaliza en una parte del cuerpo y sin una condición médica ligada a ella, o secundaria, cuando esta se encuentra relacionada con alguna enfermedad como hipertiroidismo y hipoglicemina o cuando se desata a raíz de otros factores como comida picante, drogas o estrés. Cuando los desodorantes antitraspirantes son ineficaces,se debe acudir al médico para querecete medicación específica o mandé un tratamiento tópico.

Sin embargo, existen métodos alternativos como la Iontoforesis, un procedimiento aprobado por la Agencia de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) que utiliza electricidad para cerrar temporalmente la glándula sudorípara. Las manos y los pies se meten en agua y luego se pasa una corriente eléctrica suave a través de ésta, que se incrementa gradualmente hasta que el paciente sienta una ligera sensación de hormigueo. La terapia dura aproximadamente de diez a veinte minutos y requiere varias sesiones.

Por su parte, la ttipo A (botox) fue aprobada por la FDA en 2004 para el tratamiento de la sudoración intensa en las axilas. Pequeñas dosis de toxina botulínica purificada inyectadas debajo del brazo bloquean temporalmente los nervios que estimulan la sudoración. En la Clínica Francesa Dray inyectan la toxina botulínica en las palmas de las manos y en las axilas, evitando las sudoración en esas zonas durante cinco meses aproximadamente. El coste es de 600 euros y se realiza en una sola sesión.

Todos los remedios son temporales a excepción del láser Cellulaze, que es la solución definitiva para la hiperhidrosis axilar. Hasta ahora solo comercializado para eliminar la celulitis, se ha descubierto recientemente que el láser, con otra cánula diferente que para la grasa, puede eliminar el exceso de sudor axilar. El tratamiento dura de treinta a 45 minutos, con anestesia local, y los resultados se ven a partir de la primera semana. Cellulaze, cuyo precio medio de la sesión son 3.000 euros, solo puede ser aplicado para eliminar la hiperhidrosis en la zona axilar, porque las zonas como las palmas de las manos o los pies no tienen la suficiente grasa para utilizar el láser.