Orina de lobo, luces 'captafaros' o vallas enterradas para frenar las incursiones del jabalí en las carreteras

Galicia prueba nuevos métodos para reducir la alta siniestralidad con estos animales, responsables 60% de los accidentes en Lugo y Orense

La población récord de jabalíes expande la emergencia cinegética por España

Un jabalí muerto en carreteras gallegas

Dos jóvenes de 18 años murieron en la madrugada del pasado martes en un accidente de tráfico provocado por un jabalí a la altura del municipio lucense de Chantada. La gravedad de este siniestro puso de nuevo el foco en un problema, el de la sobrepoblación de animales salvajes, ... que en algunas provincias gallegas como Lugo y Orense llega a ocasionar entre el 60 y el 70 por ciento del global de accidentes de circulación al cabo del año, unos 3.200 en 2022. El dato lo aporta el teniente del subsector de Tráfico de Lugo, José Miguel Martínez, que indica que los jabalíes, en concreto, están detrás del 80 por ciento de los siniestros causados por animales en Galicia. La peligrosidad se acentúa, según el agente, en las provincias interiores «porque son las más boscosas y en ellas esta especie prolifera, a diferencia de en las costeras, que no son su hábitat natural». Tirando de hemeroteca es habitual encontrarse con titulares referidos a impactos contra animales, algunos de ellos con consecuencias fatales, pero lo cierto es que este tipo de siniestro es diario en el interior de la Comunidad gallega. «Anoche hubo seis y el otro día diez», llega a anotar el agente, consciente de la alerta que debe causar entre los conductores una ratio tan elevada.

La lectura positiva es que en la mayor parte de los casos no llega a haber heridos graves y los daños se limitan a desperfectos en el vehículo, que debe asumir el propio dueño del coche. De ahí que en estas provincias los conductores suelan contratar una cláusula especial contra animales cinegéticos. Pero impactar contra un animal que puede rondar los cien kilos, y que se cruza en la calzada de noche sin previo aviso, puede comprometer la vida de los usuarios de la vía, sobre todo si se trata de accidentes con motocicletas. «A finales de julio, un padre y su hija, que iban en moto, chocaron contra un jabalí y el hombre sigue en la UCI» informa Martínez. Por eso el experto no pone 'peros' a aconsejar que en el interior de Galicia no se conduzcan motos a partir de las 20 horas, el momento en que esta especie se empieza a mover para alimentarse y a partir del que el número de siniestros se dispara, noche tras noche.

Sin soluciones definitivas

La estadística también deja claro que los meses de octubre y noviembre, en plena temporada de caza, los problemas en las carreteras se agravan. Solo el año pasado hubo cuatro accidentes de carácter grave en esta época, en la que la cautela de los conductores debe ser aún mayor. Los expertos aconsejan que nunca se den volantazos ni frenazos bruscos y que en caso de ver al animal, es preferible atropellarlo que salirse de la vía o invadir el carril contrario tratando de esquivarlo. Por parte de las administraciones, además, llevan años probando fórmulas para espantar a los jabalíes de las carreteras, aunque con resultados dispares.

La convivencia con esta especie que no cuenta con depredadores naturales -a excepción del lobo- es más sencilla en las vías de alta capacidad. Autovías y autopistas suelen estar valladas para evitar su presencia, pese a que el peso de los animales les permite hacer agujeros en las barreras con relativa facilidad. «Cuando se produce un accidente por la entrada en la calzada de un animal avisamos a la concesionaria para que arregle la valla», indican desde la Guardia Civil de Tráfico, sabedores de que las protecciones comunes -electrosoldadas en su mayoría- son muy endebles frente a esta especie.

Para garantizar la seguridad de los conductores, en Galicia se están testando también otro tipo de vallas enterradas que están dando buenos resultados. «Estas barreras son más resistentes y parece que están funcionando, pero lo que hacemos así es desplazar el problema hacia las entradas de estas vías y las nacionales», advierten los conocedores de un conflicto que tiene difícil solución.

Lugo, donde seis de cada diez accidentes se vinculan con algún animal, es la provincia española con más kilómetros de carretera. Una realidad que complica aún más la resolución de la ecuación que vincula conductores y fauna salvaje. Por lo de pronto, en algunos puntos de la provincia se experimentó con orina sintética de lobo para ahuyentar a los jabalíes. Sus resultados fueron buenos en un primer momento, pero se debilitaron con el tiempo. También se intenta alejar a esta especie de los vehículos con luces 'captafaros' que saltan cuando un coche se acerca, y cuyos resultados también están siendo valorados.

Otra de las propuestas en una Comunidad que cada día registra una decena de accidentes con animales son los ultrasonidos. Los propios coches del Instituto Armado en las provincias más afectadas portan estos pequeños aparatos que emiten un sonido inaudible para las personas pero muy molesto para los animales. Sus beneficios hablan de una reducción del 25 por ciento de impactos, aunque los únicos que funcionan son los homologados, que rondan los 15 euros, pese a que hay otros se comercializan en grandes superficies por 6.

«Detrás de esto hay un problema medioambiental que al final se convierte en vial«, asume Jeanne Picard, presidenta de la asociación Stop Accidentes, que pone la atención en la «plaga» de jabalíes. «Nos invaden en los jardines, en las ciudades y en las playas, son una plaga a todos los niveles, pero no es lo mismo que se te crucen en la playa que en una carretera por la noche. Es un riesgo evidente que nos recordó la muerte de estos jóvenes, aunque no deberíamos tener que llegar a esto para enfrentar en serio el problema», afirma en una conversación con ABC. Desde la asociación insisten en que los riesgos están sobre todo en las carreteras secundarias, en las que no existe ningún tipo de contención. «En Galicia hay muchas carreteras en las que no hay medidas de seguridad, porque los jabalíes cruzan los montes y es su reino. Por eso apostamos por más batidas para controlar una población que va a más», asegura.

Volviendo a los registros, la DGT indica que desde 2014 hubo que lamentar seis víctimas mortales -contando los dos jóvenes fallecidos en Chantada- en accidentes de tráfico con presencia de un animal en Lugo, zona cero de la lucha contra las invasiones animales de las calzadas y protagonistas de un problema vial de primer orden en Galicia.

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