El nuevo Bachillerato que prometió Pilar Alegría se queda vacío de contenido

De hecho, son pocas las entrevistas en las que no aproveche para aludir al tema. Otra novedad que 'agitó' el ministerio fue el Bachillerato general. ¿De qué se trata? Una nueva modalidad que se suma a las ya existentes: Artes, Ciencias y Tecnología y Humanidades y Ciencias Sociales y que se creó para aquellos alumnos que no tenían claro qué camino seguir. «Se otorga al alumnado la posibilidad de configurar itinerarios formativos muy diversos y adaptados a sus demandas, ya que permite optar por materias de distintas modalidades», dice el real decreto de Bachillerato.

El problema es que otro real decreto, el de requisitos mínimos de los centros de Infantil, Primaria y Secundaria, apenas profundiza en cómo deben prepararse los institutos para ofertar esta nueva modalidad.

La norma, a la que ha accedido ABC y que se aprueba este miércoles en el Consejo Escolar del Estado, no contempla una autorización automática de los actuales centros de bachilleratos para poner la modalidad en marcha, lo que complica que se pueda ofertar a partir de septiembre, dados los trámites burocráticos necesarios.

De hecho el apartado dedicado al Bachillerato general es muy escueto y se solo se limita a decir que hará falta «al menos un laboratorio para la materia de Ciencias Aplicadas y las instalaciones específicas de las materias que se vayan a impartir».

El real decreto de requisitos también fija nuevas ratios para los alumnos de primer ciclo de Infantil, es decir 0-3 años. La norma modifica así a la de 2010 donde esta etapa 'no se tocaba' sino que el número de alumnos por clase empezaba a fijarse desde los 3-6 (segundo ciclo de Infantil).

«La bajada de las ratios conllevará un mayor coste por alumno y un incremento de los precios a las familias. Todo ello, en un contexto de bajada drástica de natalidad y de aumento progresivo de plazas públicas en todos los territorios», critica Luis Centeno, secretario general adjunto de Escuelas Católicas, patronal más grande la concertada en nuestro país.

Así, los centros docentes que ofrecen el primer ciclo de la educación infantil tendrán por cada unidad escolar: un máximo de 8 alumnos de las aulas de 0 a 1 año, un máximo de 12 en las de 1 a 2 años y un máximo de 18 en las de 2 a 3.

También hay otras novedades como la exigencia de un maestro por cada 3 aulas (anteriormente uno por cada 6), además de un técnico especialista por aula. Por otro lado, los centros que impartan el primer ciclo de infantil contarán con una zona de cambio y un aseo por cada aula.

Respecto al resto de etapas, se mantienen las ratios como estaban antes de la pandemia de Covid. Es decir un máximo de 25 alumnos por aula en el segundo ciclo de Infantil (3-6 años), 25 también en Primaria, 30 en ESO y 25 en Bachillerato.

Este jueves, cuando el borrador del real decreto se ponga sobre la mesa, empezará la 'eterna' discusión sobre las ratios. Sindicatos como STES, Anpe (el que representa a los docentes) o UGT piden, a través de sus respectivas enmiendas al texto a las que también ha accedido ABC, bajar más las ratios, por ejemplo, en el caso del primer ciclo de Infantil.

Por el contrario, otra de las patronales de la concertada, la Confederación Española de Centros de Enseñanza (CECE), solicita su subida porque consideran que el coste de bajar los alumnos por aula «se incrementará significativamente y supondrá una crisis para esas escuelas y una nueva elevación de costes para las familias», señalan en una de las enmiendas. Advierten de que esto supondrá un esfuerzo más para ellas ya que «el aumento del salario mínimo y la inflación está elevando enormemente el coste final para las familias».