Los médicos deberán recibir formación en bioética y uso racional de recursos

Las más destacables, de entre las nuevas competencias, son la formación en bioética y el uso racional de recursos. «La bioética es esencial; ya se imparte la ética como asignatura pero la bioética va más allá, está por encima de las éticas de cada profesión: no solo se trata de cuidar a los pacientes sino también a los seres vivos. Y es que este decreto no solo afecta a los médicos sino también al resto de profesiones sanitarias: veterinarios, pero también farmacéuticos, nutricionistas, fisioterapeutas, psicólogos...etc.«, explica Tomás Chivato, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad CEU San Pablo.

La otra «competencia» que se incorpora, el uso racional de recursos, no solo se reduce a que haya conciencia de que los recursos son limitados y que no se pueden malgastar ni en pruebas diagnósticas, ni terapéuticas. Para Chivato, esto va a ayudar a escuchar más al paciente: «Se basa todo en pruebas y, al final, no se mira ni se escucha lo suficiente al paciente».

En este sentido, el médico reclama la necesidad de educar no solo a los médicos, sino también al paciente (esto último no está regulado en el decreto). «Si me doy un golpe en el codo pero la movilidad no está alterada, ni hay deformidad ni hemorragia no es necesario ir a Urgencias. Esto es algo que el paciente debe entender». Pero para ello, agrega, »en Atención Primaria tienen que existir los medios y tiempos para este tipo de cosas. Es importante que funcione bien porque si no se colapsan los servicios de atención hospitalaria«.

El decreto también regula cómo se pueden crear nuevos títulos de especialista en los campos de Ciencias de la Salud. El texto señala que lo podrán hacer «una o varias sociedades científicas de ámbito nacional válidamente constituidas, que acrediten la representación de, al menos, el setenta por ciento de los profesionales de esa área o por la Comisión de Recursos Humanos del Sistema Nacional de Salud«.

Por otro lado, también se regula el procedimiento para solicitar un nuevo diploma de área de capacitación específica. Es decir, el camino que deben seguir los médicos para hacer una 'especialidad dentro de la especialidad' o, dicho de otra forma, una 'superespecialización'. Se trata de áreas que es necesario crear para pacientes que tienen una patología especial pero que son atendidos por diferentes especialistas.

Por ejemplo, que nazca el especialista en patología del sueño que ahora es tratada, por ejemplo, por un neumólogo o un neurofisiólogo. «Eso redundaría en una mejor formación al paciente porque en ninguna de las especialidades que tratan, por ejemplo, el sueño, está suficientemente profundizada». Chivato pone otro ejemplo: «Podría crearse el especialista en asma grave: solo hoy van a morir en el mundo 1.200 personas por asma grave y es una enfermedad que se puede controlar. En nuestro país existen en la mayoría de los hospitales hay unidades de asma grave, y lo que tendría que llegar es un especialista en esta patología», añade el facultativo.

Otra de las novedades del decreto es que los títulos de especialista y los diplomas de área de capacitación específica se revisarán, «al menos, cada diez años», dice la norma.

Para Chivato, «es un paso adelante, hay gente que ejerce hace 40 años y nadie les ha vuelto a certificar o evaluar. Solo se hace de forma voluntaria«. En cualquier caso, España seguiría estando por encima de otros países de Europa que exigen ese 'reciclaje' cada cinco o seis años. «Me suena bien porque hasta ahora no se ha hecho nada al respecto».

La elección de las plazas MIR de forma telemática ha generado siempre un fuerte rechazo. La modalidad a distancia para seleccionar plaza tras realizar la famosa prueba que permite decidir a qué rama de la Medicina dedicarse evita hacer una elección en tiempo real. Sin embargo, el método online es defendido por el departamento dirigido por Carolina Darias con variados argumentos.

El ministerio argumenta que se usa este procedimiento porque así se dispuso por ley y porque se trata de un procedimiento «seguro, transparente, trazable y más ágil y eficiente». En pandemia se señaló que el objetivo era «reducir aglomeraciones» de personal sanitario. El problema es que ahora este método tan contestado se sigue manteniendo en el nuevo decreto que el Ejecutivo de Pedro Sánchez aprobará hoy previsiblemente en Consejo de Ministros.