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Marruecos busca a la desesperada supervivientes: «No hay comida, no hay luz, no hay nada, se necesita de todo»

En las zonas rurales, las aldeas han sucumbido como si fueran castillos de arena. Allí se han perdido familias enteras

Viaje a la aldea donde el hedor a muerte llega a marear: «El Gobierno nos ha abandonado, estamos solos»

Colapso y dolor en los hospitales en Marrakech: «Ha muerto, mi hijo ha muerto. He perdido todo»

En el pueblo de Tiksit, solo quedó en pie el Minarete AFP

J.J. MADUEÑO

Enviado especial a Ouirgan (Marruecos)

Sólo queda una mujer en la familia Ait Salem. Ella lo ha perdido todo. Marido, hijo, dos hermanos y sus padres están sepultados con un cuñado en los escombros de Ouirgan. Ella llora abrazada a una vecina en una estrecha calle llena de polvo con ... las cornisas al borde del colapso. No tiene consuelo para el dolor. Trabaja en un hotel. Por eso sobrevivió. En su pequeña aldea todos los suyos han muerto. El terremoto que sacudió Marrakech y la región de Al Haouz cuenta ya más de 2.200 muertos, mientras se siguen sacando cadáveres de entre los escombros. El terremoto ha devastado las aldeas beréberes de adobe y madera. Bajo el barro y las cañas quedan cadáveres esperando precarios rescates con mazos y cuerdas. La ayuda internacional no ha recibido aviso hasta el 24 horas después del seísmo.

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