Así es el examen piloto de la nueva selectividad: cuatro preguntas y una de ellas para razonar

El Gobierno aprobó en junio un Real Decreto que establecía algunos criterios: ya no se podrá escoger entre dos modelos de examen, se penalizarán las faltas de ortografía con un 10% de la nota y habrá un 20-25% de la calificación que venga de preguntas «competenciales», esto es, que requieran de respuestas menos memorísticas y más reflexivas. El Partido Popular, por su parte, apuesta en las comunidades que gobierna por una prueba que tenga lugar los mismos días y de iguales contenidos en las asignaturas troncales. En lo que se refiere al calendario común, ABC ha avanzado que el examen se realizará, en principio, los días 3, 4 y 5 de junio. Una primera victoria para el modelo defendido por los populares. Hasta aquí el tira y afloja entre Gobierno y comunidades, pero, ¿dónde están los modelos de examen? De momento, decíamos, sólo en Galicia.

La comisión interuniversitaria de esta comunidad trabajó en los tres meses de verano en elaborar ejemplos de exámenes que cumplieran con lo establecido en la normativa estatal. Y lo hicieron sin olvidar la autonomía a la que pertenecen, que está gobernada por el PP. Como explica a este diario Pedro Armas, al mando del cuerpo técnico de la comisión gallega, se tomaron varias decisiones: habría cuatro preguntas en todas las materias y una de ellas, la primera, obedecería al mencionado carácter «competencial». De esta forma, se cumplía con ese 20-25% de la nota que debe alejarse de lo memorístico. «Teniendo 90 minutos para resolver el ejercicio, pensamos que reducir el número de preguntas facilitaría el razonamiento». Armas indica que utilizando la misma estructura para cada una de las 24 asignaturas de las que se pueden examinar los alumnos en Selectividad se persigue homogeneizar las normas, y así facilitar la preparación del examen al alumno, para que cada prueba no se le haga «un mundo».

Pero quizá lo más complicado, una vez determinado el formato, era pensar cómo se puede preguntar al alumno para que demuestre lo «competencial», es decir, que es capaz de razonar y no «vomitar» contenidos de memoria. En asignaturas como Historia, Lengua o Literatura este tipo de cuestiones pueden ser más sencillas de plantear. Pero, ¿qué ocurre con materias como Química, Física o Matemáticas?

En Galicia llevan tres meses dándole vueltas para que a sus alumnos no les pille el toro. En Química, por ejemplo, el alumno es un geólogo que trabaja para 'National Geographic' y tiene que diseñar un kit de emergencia en pleno desierto de Atacama. En Historia del Arte, una empresa audiovisual le encarga realizar un documental sobre grandes obras de arte de la historia de la humanidad. En Matemáticas, hay que resolver un problema municipal de contenedores de basura.

Galicia hizo sus deberes y, por eso, según refiere Armas a este diario, el cuerpo técnico está recibiendo consultas de profesores de todas las comunidades autónomas que suspiran por tener una referencia que utilizar en clase. De hecho, la página web de la comisión interuniversitaria está registrando más visitas que nunca.

«Ya en mayo nos reunimos con los técnicos de las comisiones de Castilla y León, Asturias, País Vasco, Valencia, Navarra, La Rioja, Baleares, Castilla-La Mancha, Extremadura, Cataluña y la comisión de la UNED. Al margen del ruido político, lo que intentamos es ir avanzando en acuerdos y que los alumnos llegaran a septiembre con modelos y no con instrucciones», reivindica este profesor universitario.

Un mes después de haber arrancado el curso, estos ejemplos se han convertido en una especie de Selectividad piloto, comentada por las universidades de toda España y que están consultando muchos docentes. Porque, si la incertidumbre de este curso escolar impide a los estudiantes poder afrontar con tranquilidad uno de los exámenes más determinantes de su vida académica, a los profesores les está impidiendo hacer su trabajo.

«Notamos una gran preocupación y descontento entre los docentes de segundo de Bachillerato. No tenemos materiales», expresa a este diario Paco Venzalá, presidente de ANPE, el sindicato de profesores de la educación pública. Con el agravante, dice Venzalá, de que una de las principales novedades de la PAU que se estrenará en junio tiene que ver con una manera de preguntar los contenidos menos memorística. «Seguro que es un cambio interesante, pero que los alumnos se acostumbren a nueva nueva forma de pensar y de hacer exámenes lleva su tiempo. Hay que practicarlo».

En este sentido, desde este sindicato recuerdan que segundo de Bachillerato siempre es un curso de una fuerte exigencia académica para los maestros y una «gran carga emocional» e indican que esta falta de coordinación «tampoco es nada nuevo»: «Que Galicia se haya adelantado repercute en una mayor tranquilidad para esa comunidad. Es un tema muy político y que está muy en el candelero sobre el que las autonomías tendrán la última palabra».

Se espera que a mediados de octubre los modelos de las pruebas vayan llegando a manos de los profesores de Secundaria, aunque en algunas regiones el proceso podría alargarse unas cuantas semanas más.