Así nos ven fuera: buena vida y poca competitividad
Analistas, diplomáticos y periodistas extranjeros advierten de las debilidades de la marca España
Así nos ven fuera: buena vida y poca competitividad
Del «Spain is different» al «Que viva España». Del milagro español a la actual angustia por la crisis. ¿Qué dicen, qué dirán en el extranjero de nuestro país, en un momento en que nosotros mismos nos preguntamos si nuestro salto a la modernidad y la ... prosperidad no fue un espejismo?
Los hay benévolos, como Victor Mallet, corresponsal de Financial Times , un periódico a menudo bajo el fuego por poner el dedo en la llaga económica española. «Los españoles están demasiado pendientes de lo que se dice de ellos en el exterior», opina Mallet, perplejo. También opina que Zapatero «ha gestionado mal la crisis, pero, como muchos otros, no es el único». En su opinión, el cambio de gobierno no alterará de forma sustancial la percepción del país en el exterior. «España tiene que aceptarse como es, entender por ejemplo que su caso guarda mucho parecido con Corea del Sur , que en los años 60 vivió un crecimiento económico vertiginoso paralelo a la democratización, y claro, luego viene cierto estancamiento», razona este británico.
«Los españoles están demasiado pendientes de lo que se dice de ellos en el exterior»
Superar los desfases de autopercepción es otra tarea urgente para William Chislett , analista colaborador del Real Instituto Elcano. A su juicio, falta profesionalidad en la gestión de la marca España . «En 2009 tenía que arrancar una comisión de diplomacia pública anunciada por Zapatero, pero al final no se hizo nada», lamenta.
Jeffrey Galvin, portavoz de la embajada de Estados Unidos , es de los que más insiste en que en su país no hay en general una mala imagen de España. «Es más un problema de desconocimiento», razona, suavizando con tacto el hecho de que en EE.UU. a menudo se siguen con formidable desinterés cuestiones que aquí parecen de la mayor importancia. «Es verdad que en los últimos años ha habido momentos de tensión política, pero la colaboración siempre ha sido buena a muchos otros niveles», concluye.
También Lior Haiat, portavoz de la embajada de Israel , insiste en que el plano político es a menudo el menos relevante en la visión que otros países tienen de España. «Visitan España 300.000 turistas israelíes al año, eso es el 5% de nuestra población, se fletan vuelos chárter para asistir a un Madrid-Barça. El primer destino clásico es el Santiago Bernabeu, y después Toledo . Hay un interés enorme por la gastronomía y por la cultura española, autores como Adolfo García Ortega, Antonio Muñoz Molina y Eduardo Mendoza son muy leídos en Israel», nos asegura.
«En Israel se fletan vuelos chárter para asistir a un Madrid-Barça»
¿Compensa eso la beligerancia de una opinión pública española muy mayoritariamente y a menudo acríticamente propalestina? A Haiat se le siente elegir cada palabra con sumo cuidado cuando recuerda que la primera línea del conflicto de Oriente Medio no lo van a decidir los españoles. «En cambio, España sí puede tener mucha influencia en la segunda línea, en los países árabes moderados», afirma.
También el embajador alemán en Madrid Reinhard Silberberg, se muestra generoso. «España es el país donde hay más colegios alemanes oficiales después de Alemania, nosotros no olvidamos que el suyo fue de los primeros países que nos apoyó en nuestra reunificación, y no tenemos ninguna duda de que España será un socio importante y leal en el esfuerzo común por salvar la zona euro», zanja.
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