El Tribunal del Vaticano ordena rehacer la fase de instrucción del proceso al cardenal Becciu

Se trata de monseñor Alberto Perlasca, pieza clave del sistema como jefe de la oficina de inversiones en la secretaría de Estado y cómplice de los presuntos delitos, pero al que están concediendo el tratamiento de «mafioso arrepentido» hasta el punto de e xcluirle por completo de la lista de acusados . Los fiscales deben aclarar si piensan procesarle más adelante.

El Tribunal del Vaticano, presidido por Giuseppe Pignatone y formado por un total de tres jueces, no ha anulado el proceso como pedían a voces los abogados defensores , sino que ha aplicado un «parón» para reparar errores y omisiones, y ha convocado la próxima audiencia para el 17 de noviembre .

Lo que ha hecho es aplicar una severa corrección a los fiscales por haber violado los derechos de los acusados y desobedecido una orden del propio tribunal .

Desde hoy hasta el tres de noviembre, l os fiscales deben interrogar al cardenal Angelo Becciu y otros seis acusados sobre cada uno de los presuntos delitos de los que les han acusado sin escucharlos previamente.

Respecto a Becciu -a quien el Papa retiró todos sus derechos cardenalicios - se trata solo de dos de los presuntos delitos pero en los casos de su ayudante, monseñor Mauro Carlino, y de otros tres acusados importantes se trata de todos. Asombrosamente, los fiscales no les habían convocado para un interrogatorio formal en presencia de abogado defensor.

Al mismo tiempo, el Tribunal ordena a los fiscales permitir a todos los abogados defensores el visionado de los cinco interrogatorios a monseñor Alberto Perlasca, de los cuales los tres últimos fueron realizados a título voluntario y sin abogado como plena colaboración para revelar la trama delictiva .

Perlasca lo sabe casi todo, pues ha sido durante muchos años jefe de inversiones de la secretaría de Estado. La pretensión de los fiscales de «proteger su privacidad» era, en la práctica, un argumento insultante.

El Tribunal les ordena igualmente poner a disposición de los defensores todo el material informático incautado en teléfonos móviles, tabletas y ordenadores (reunido en 300 DVD), así como las interceptaciones telefónicas.

En definitiva, el proceso sigue adelante, pero en el respeto de la ley. Si los dos fiscales no están dispuestos a cumplirla, tendrán que quitarse del medio.

A este ritmo, el complejo proceso por sustracción de decenas de millones de euros en varios en varios países y a través de múltiples intermediarios puede durar más de un año .