Toneladas de ceniza para reconstruir La Palma

Esta ceniza es la parte más fina de los piroclastos, con aspecto de polvo y compuesta de material basáltico proyectado y transportado por el aire. Con el tiempo, este material es aliado de la vida y la recuperación de los terrenos.

Ante la llegada de las lluvias, la prioridad es limpiar las cubiertas y tejados de las edificaciones. Cinco centímetros de ceniza en una azotea con suficientes para taponar un bajante, pero con cincuenta centímetros y un poco de lluvia, la ceniza es capaz de derrumbar un tejado. Con palas y sopladores, vecinos, voluntarios, bomberos y efectivos de la UME sacan esta ceniza de los techos y la devuelve al suelo, donde se acumula sin remedio cayendo más rápido de lo que es posible recogerla. Márgenes de las carreteras, solares, pistas forestales, cualquier sitio donde no moleste es lugar de acumulación de ceniza, mientras en las zonas urbanas los ayuntamientos han colocado bandejas contenedores donde se recoge y se traslada. El destino no está claro, no hay un plan definido. La urgencia es otra, aseguran, eliminarla de donde pueda causar daños mayores, pero urge un plan que dé salida a toneladas de ceniza.

La empresa Áridos El Riachuelo , el punto limpio de este tipo de materiales en El Paso se ha prestado a recogerla, a coste cero. Hasta sus instalaciones han llegado una decena de estas bandejas contenedor , pero «es una cantidad insignificante teniendo en cuenta la que hay en las calles y las casas». Lorenzo Fortuny, responsable de la gestión de esta compañía, asegura que ahora la urgencia es sacarla de las cubiertas y las carreteras, y el corte de vías por la lava dificulta la movilidad en la isla. « No quedan ni camiones para transportar , están todos en uso ayudando a los afectados». Entre los planes de esta empresa está el crear un producto que sirva de abono natural para los terrenos agrícolas , tal y como hicieron los antepasados palmeros y los canarios de otras islas como Lanzarote. Son «buenos para fertilizar el terreno y para mantener la humedad» pero «primero hay que hacer un estudio químico de esta ceniza que garantice que es óptima para este fin».

Este será el primer paso, poner la ceniza bajo la lupa cuando tengan una cantidad suficiente como para afrontar el gasto que supone este análisis. «Las islas Canarias están hechas de lapilli», recuerda Fortuny, y su uso en carreteras es más que habitual en el paisaje, así como para jardines, vías, rellenos y suelos en general. Estudiarán un producto derivado de esto, pero aún «es pronto para saber si es viable» y qué precio tendría.

Resistente al fuego, de alta flotabilidad, durabilidad y un posible aislante térmico y acústico. Estas son algunas de las bondades de este material en construcción, tanto para cementos como para crear hormigón, bloques y pilares o vigas.

«Espero en seis meses empezar a ver casas y construcciones hechas con ceniza de La Palma», afirma Miguel Ángel San Juan , especialista en cemento del Instituto Español de Cemento y Aplicaciones (IECA). Este material ya está en estudio para evaluar qué concentraciones son las óptimas para construir con él. Aunque el principal uso será agrícola, seguramente habrá excedente y podrá aplicarse para volver a poner en pie La Palma.

La ceniza de La Palma contiene aluminio, calcio y elementos químicos que coinciden con su uso como «puzolanas naturales», para fabricar cementos y que ya se están aplicando en las islas. La ceniza «más arenosa» se podrá moler para mezclar con cementos y que sustituya a otras arenas, para hacer prefabricados o el denominado «bloque canario». La ceniza, « suma durabilidad a los materiales » con una «gran resistencia general y también al agua de mar», señala San Juan.

Ya existe un proyecto, de forma conjunta con varias entidades nacionales, que «se basa en análisis químicos para buscar la proporción y optimizar su uso» y «ya está en funcionamiento» con la previsión de que a finales de noviembre tenga sus primeros resultados. Si el volcán «para ya o en un plazo corto de tiempo» en 2022 «tendremos las primeras casas fabricadas con ceniza del volcán Cumbre Vieja». Este material «se está apilando y habrá que darle salida», una «muy interesante» para el sector.

Este material ya se usaba en Nápoles con las cenizas del volcán Vesubio y son construcciones que «siguen en pie siglos después», ha recordado San Juan. Su aplicación en ella «es histórica», resalta. La planta de prefabricados de hormigón de Cementos Especiales (CEISA) en La Palma, «se la llevó la lava», en su paso por Los Llanos, pero será cuestión de tiempo que «se reactive todo».

Coincide Javier Jubera y el área de laboratorios y calidad de construcción del Gobierno de Canarias, quien asegura que la «economía circular en la construcción es ya una realidad con varios proyectos», y en el caso de la ceniza del volcán palmero «ahora mismo en investigaciones». También valora que el principal uso será agrícola si las características lo permiten ya hay «proyectos para posibles aplicaciones en cementos, hormigón, en pisos de albañilería» con «un uso que es totalmente viable».