Las ratas amenazan a las Galápagos
Los roedores se han adaptado a las condiciones del archipiélago y han invadido los terruños de otros animales endémicos del mismo
NATURAL
Después del hombre y los perros, las ratas son la mayor amenaza para el frágil ecosistema de las Galápagos (Ecuador). Por ello, el Parque Nacional Galápagos (PNG) , la Fundación Charles Darwin , la organización Island Conservation y la Universidad de Michigan (EE.UU.) ... trabajan de forma conjunta para superar el problema, informa Efe.
Los roedores no autóctonos, sobre todo la denominada «rata holandesa» y el «ratón casero», se han adaptado a las condiciones del archipiélago y han invadido los terruños de otros animales endémicos. Además, se alimentan de los huevos de las aves y de las tortugas .
El veneno usado para erradicarlos ha sido fabricado de manera específica para que no afecte a las especies propias , asegura el director del Parque Nacional Galápagos, Edwin Naula.
El cebo, que es arrojado por un helicóptero que sostiene una campana dispensadora, parece una especie de galleta cilíndrica de un centímetro cúbico, ligera y celeste, atractiva para las ratas, pero detestable para los lobos marinos y las aves de la región.
Dos décadas
La primera isla en la que se usó el raticida fue la de Rábida , con apenas 710 hectáreas y ubicada en el corazón del archipiélago, donde sólo se puede llegar en avión o en barco desde Puerto Ayora, en la isla Santa Cruz, la sede del espacio protegido.
Se calcula que en Rábida hay miles de roedores que se esconden en pequeñas madrigueras camufladas en el suelo rocoso y volcánico.
En Rábida y los tres islotes vecinos la desratización costará unos 750.000 dólares, un alto precio que dificulta el desarrollo del proyecto, explica el director de control de especies introducidas del parque, Víctor Carrión. «Si el programa contara con los recursos suficientes se podría completar en un año en todo el archipiélago, pero al no haberlos, el plan podría tardar hasta dos décadas», subraya Carrión.
Tras Rábida, la desratización continuará en la cercana Pinzón, donde existe un pequeño asentamiento humano. Pero las islas que más problemas presentarán serán las más grandes : Isabela, Santa Cruz, San Cristóbal y Floreana.
Gavilanes en peligro
Las ratas envenenadas representan un peligro para los gavilanes naturales de Rábida, por lo que los 20 ejemplares que habitaban en ella han sido trasladados a un moderno complejo construido para su cautiverio en la vecina isla Santiago.
El pasado fin de semana, un helicóptero facilitado por una empresa estadounidense y conducido por un experimentado piloto que ya había realizado operaciones similares en otras islas de Nueva Zelanda , emprendió un sinnúmero de vuelos para dejar caer el raticida en Rábida.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Michigan, apostados en un campamento levantado muy cerca del improvisado aeropuerto, vigilaron la operación con ordenadores y otros equipos de alta tecnología.
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