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Las citadas medidas y otras en la misma línea habían sido ya anunciadas el pasado miércoles por la presidenta del Gobierno balear, la socialista Francina Armengol. La mandataria isleña compareció hace dos días en rueda de prensa acompañada por la consejera de Salud, la socialista Patricia Gómez. Esa comparecencia se produjo un día después de que la Consejería de Salud hubiera informado de que entre el lunes y el martes fueron notificados 908 nuevos casos positivos de coronavirus en el Archipiélago, lo que suponía un récord desde que se inició la pandemia.

En la pasada semana, los contagios se habían mantenido, de media, en torno a los 300 nuevos casos diarios , lo que a priori parecía significar que entre el lunes y el martes se habría producido un crecimiento exponencial de infecciones de Covid-19 en las Islas. Sin embargo, fuentes oficiales de la Consejería de Salud aclararon que la elevada cifra total facilitada el martes incluía casos que no habían sido contabilizados aún en días anteriores. En cualquier caso, el incremento de infecciones en las Islas ha continuado a lo largo de esta semana. Así, ayer fueron notificados 525 nuevos casos más con respecto al miércoles.

Cabe recordar, además, que el pasado lunes el portavoz del Comité Autonómico de Gestión de Enfermedades Infecciosas de las Islas Baleares, el doctor Javier Arranz, reconoció que la Comunidad se encuentra en una «segunda ola» del coronavirus . «Estamos en un repunte importante, mantenido sobre todo», indicó, lo que significaría que no es un repunte «transitorio» y que «aún durará unos cuantos días». En esa misma línea argumentativa, el doctor especificó que ahora mismo hay una transmisión comunitaria «clara» del Covid-19 en las Islas. Por todo ello, insistió en la necesidad de llevar mascarilla, mantener la distancia social de un metro y medio, lavarse las manos con frecuencia y reunirse de manera breve con familiares y amigos.

En ese contexto, la consejera de Presidencia y portavoz del Govern, la socialista Pilar Costa , ha afirmado este viernes que es muy importante hacer «pedagogía» entre la ciudadanía. Asimismo, ha indicado que las medidas que se van aprobando se toman «por necesidad» , para intentar encontrar un «equilibrio» entre la salud y la actividad económica y social. «Tenemos por delante unos meses muy complicados, por lo que es imprescindible que la ciudadanía extreme todas las precauciones», ha destacado. En ese sentido, ha señalado, a modo de ejemplo, que sería bueno no hacer viajes o salidas si no es estrictamente necesario.

Como se ha indicado ya, a partir de este viernes se cerrarán todas las playas y todos los parques de Baleares por las noches, se prohibirá fumar en todos los espacios públicos y se obligará a llevar mascarilla también en los centros de trabajo , así como igualmente en los eventos deportivos y culturales en el caso de los espectadores. La nueva resolución del Govern también prohíbe que haya más de diez personas en las reuniones familiares y sociales. Además, limita el número de personas que podrán ir a velatorios y entierros. En cuanto al aforo de bares y restaurantes, se reduce ahora al 50% para aquellos locales cuyo aforo total sea superior a 50 personas. El porcentaje podrá ser del 75% en aquellos locales cuyo aforo total sea inferior a 50 personas. Estas dos últimas medidas entrarán en vigor a partir del próximo lunes. El Govern también ha decidido que los clubs de personas mayores permanezcan cerrados. Por otra parte, se decreta finalmente el cierre de los prostíbulos .

Una vez conocidas las nuevas restricciones, los establecimientos de restauración que forman parte de la patronal CAEB han emitido un comunicado en el que han indicado que dichas limitaciones serían fruto de la « incapacidad de decisión y gestión » del Govern ante la crisis generada por la pandemia. Asimismo, han recalcado que cumplen «a rajatabla» las preceptivas medidas de seguridad e higiene, añadiendo que los bares y los restaurantes no son el foco de los contagios. Por último, han anunciado que estudian querellarse contra la Administración, al considerar que habría vulnerado sus derechos.

La anterior resolución del Govern había sido aprobada el pasado 18 de agosto. En esa resolución se habían prohibido ya, por ejemplo, las «party boats» y las fiestas diurnas en locales con piscinas . Además, se redujo el aforo de los lugares de culto del 75% al 50%, se prohibió vender bebidas alcohólicas en barcos que transporten a turistas y se obligó a los establecimientos a exponer en el exterior su horario de apertura y cierre, su aforo y la obligación de mantener las medidas de seguridad. Por último, se acordó que los entrenamientos de deportes de equipo vinculados a las federaciones deportivas de las Islas Baleares y al deporte no federado se tendrían que realizar sin actividades que supusieran contacto físico.

«Estamos mejor que en el mes de marzo, basta ver el número de ingresos hospitalarios y en las UCI, pero no nos podemos confiar de ninguna manera, porque si no, podríamos repetir errores», afirmó Armengol el miércoles. Con respecto al actual incremento de casos en las Islas, indicó que «vienen por diferentes focos». En ese contexto, señaló que «hay un problema de relajación en la población», en especial en los encuentros con familiares o con amigos. «Hago un llamamiento sincero a la responsabilidad de todos los ciudadanos», recalcó en ese sentido, para añadir: «La proximidad física no la podemos tener de la misma manera a la que estábamos acostumbrados». A preguntas de los periodistas, la presidenta dijo que el Govern no preveía por ahora solicitar el estado de alarma ni llevar a cabo confinamientos selectivos.

En las últimas comparecencias de Armengol o de Gómez, una de las preguntas recurrentes por parte de los periodistas había sido la de si el Govern entendía que podría haber cometido algún error a la hora de adoptar las distintas medidas que ha aprobado en las últimas semanas. El pasado miércoles, por vez primera, se reconocieron explícitamente algunos fallos. «No hemos llegado a todos los colectivos a los que queríamos llegar ni de la forma en que teníamos que hacerlo », dijo Armengol, por lo que consideró necesario «afinar mucho más» a partir de ahora. «La responsabilidad recae en primera persona sobre mí, que la asumo, que soy la presidenta del Govern», enfatizó. «En ningún caso he trasladado la responsabilidad de nada a la ciudadanía, ni mucho menos, sólo he apelado a la responsabilidad individual de los ciudadanos», aclaró previamente.