El Papa urge a los sacerdotes a «ser cercanos, y caminar en medio del pueblo»

En la misa llamada «del Crisma» -pues se renuevan las promesas sacerdotales y se bendicen los santos óleos para todo el año-, el Santo Padre les ha recordado que «el Señor eligió ser alguien cercano a su pueblo», dando ejemplo de «la pedagogía de la encarnación, de la inculturación; no solo en las culturas lejanas, también en la propia parroquia, en la nueva cultura de los jóvenes...».

Según Francisco, la gente aprecia al sacerdote cercano «que ‘siempre está disponible’ y sabe encontrar una palabra para cada uno. Que ‘habla con todos’: con los grandes, los chicos, los pobres, con los que no creen... Curas cercanos, que están, que hablan con todos... Curas callejeros».

En cambio, el sacerdote no debe «caer en la tentación de hacer ídolos con algunas verdades abstractas , que dan cierto prestigio y poder ,y son difíciles de discernir pues la ‘verdad-ídolo’ se mimetiza, usa palabras evangélicas como un vestido, pero no llega al corazón». El resultado es desastroso, pues «aleja a la gente simple de la cercanía sanadora de la Palabra y de los sacramentos de Jesús».

Como manual breve de las principales tareas, Francisco ha invitado a los sacerdotes a aprender la «cercanía en la conversación espiritual, contemplando el encuentro del Señor con la samaritana», la « cercanía en la confesión , contemplando el pasaje de la mujer adúltera», y la «cercanía en la predicación, en la primera de Pedro, que anuncia la palabra ‘para los que están lejos’».

Como remedio a los problemas espirituales de los sacerdotes, el Papa ofrece dos consejos: «Si te sientes lejos de Dios, acércate a su pueblo, que te sanará de las ideologías que te entibiaron el fervor», y «si te sientes lejos de la gente, acércate al Señor, a su Palabra. En el Evangelio, Jesús te enseñará su modo de mirar a la gente».

El sacerdote cercano, según Francisco es «el que camina en medio de su pueblo con cercanía y ternura de buen pastor; unas veces delante, otras en medio y otras detrás». El resultado «no es solo que la gente lo aprecie mucho; va más allá: siente por él una cosa especial, algo que solo siente en presencia de Jesús».

Para conseguirlo deben « pedir a María , ‘Nuestra Señora de la Cercanía’ que nos acerque entre nosotros y a nuestro pueblo para hacer presente su cercanía materna».

El programa del Papa para el Jueves Santo por la tarde incluye celebrar los oficios en la cárcel romana de Regina Coeli , donde lavará los pies a 12 reclusos de siete países, incluidos un musulmán y un budista.