Papa Francisco: «En Colombia he visto los deseos de paz y de vida»

El Santo Padre ha dedicado la audiencia general con miles de peregrinos a recordar sus impresiones de los cinco días en Bogotá, Villavicencio, Medellín y Cartagena de Indias.

El moratón del pómulo izquierdo , a resultas de haberse golpeado contra el cristal del «papamóvil» en Cartagena de Indias el pasado domingo, se ha ennegrecido como era previsible. El Santo Padre sigue llevando una tirita sobre la herida en la ceja izquierda y su rostro muestra todavía rasgos del cansancio acumulado en cinco días agotadores.

Francisco ha elogiado «los ‘Hogares’, las casas donde los niños y muchachos heridos por la vida pueden encontrar una nueva familia donde son amados, acogidos, protegidos y acompañados».

Se trata de ayudas importantes para cientos de miles de muchachos, imprescindibles para dejar atrás el poso de odio dejado por 52 años de guerra con más de un cuarto de millón de muertos a manos de la guerrilla, los paramilitares y las fuerzas armadas.

Como ya hiciera durante el vuelo de regreso a Roma, el Papa ha comentado a los peregrinos su profunda impresión al ver que, por las calles de Colombia, los padres y madres alzaban a sus niños pequeños al paso del «papamóvil» para que los bendijese. Un pueblo que tiene hijos y está orgulloso de ellos «tiene futuro».