Los padres de Vincent Lambert se dan por vencidos y esperan la muerte «inevitable» de su hijo

Tras una larga década de procesos judiciales, en Francia y Europa, la sentencia final del Tribunal de Casación (TdC), el 28 de junio pasado, permitió al equipo médico del hospital de Reims la desconexión final de Lambert , privándolo de los cuidados médicos y sometiéndolo a una sedación que permita la muerte sin dolor , en un plazo que no durará más de horas o pocos días.

Los padres habían convocado una «manifestación» ayer, en un intento desesperado que evitar la muerte definitiva de su hijo. A última hora, la manifestación fue desconvocada, haciendo público un breve comunicado: «Esta vez se ha terminado. La muerte de Vincent es ya inevitable. No nos quedan más recursos. Nuestro hijo se está muriendo. Es demasiado tarde para salvarlo. La decisión de los médicos es médicamente irreversible».

Tras la sentencia del TdC, los médicos que se han ocupado de Lambert, durante una larga década, iniciaron la desconexión final del paciente. Nadie ha deseado precisar el tiempo que puede transcurrir entre la desconexión, el 28 o 29 de junio, y la muerte definitiva. «No puede tardar» , afirman varias fuentes médicas independientes.

La dramática suerte de Vincent Lambert ha enfrentado de manera muy agria, trágica, a toda su familia durante muchos años, dividida entre partidarios y adversarios de prolongar indefinidamente la asistencia médica. Los padres y parte de la familia eran partidarios de la prolongación indefinida. La esposa y parte de la familia eran partidarios de poner fin a la asistencia y aceptar el fin, la muerte, de Lambert.

No es seguro que la muerte de Lambert, cuando ocurra y se confirme, ponga fin a los enfrentamientos jurídicos .

Los padres anunciaron la semana pasada que presentarían una querella contra los médicos que se han ocupado de Lambert, acusándolos de « homicidio involuntario ». Según varias fuentes, esa querella habría sido presentada, sin prejuzgar el abandono o inicio de un procedimiento judicial.

En Francia está prohibida la eutanasia. Pero la Ley Leonetti de 2005 afirma que «los cuidados médicos no deben prolongarse con una obstinación irrazonable, cuando se considere que los eventuales tratamientos son inútiles o desproporcionados, sin otro efecto, que el mantenimiento artificial de la vida». Ante tal eventualidad, le legislación francesa autoriza la suspensión o desconexión de los pacientes.

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