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Una monja pidió ayuda a través del teléfono que olvidó la superiora

La religiosa reclamaba a los policías para que renovaran los papeles en el convento

CRUZ MORCILLO

«Un permiso excepcional concedido por enfermedad de su madre, y el encuentro con una mujer en el avión de ida a su país (India) fue circunstancia suficiente para regresar a España y no volver al convento , aprovechando que ... la superiora le entregó su permiso de residencia para poder realizar el viaje (...) Otras dos mujeres no tuvieron su suerte, y tras solicitar abandonar el convento , aun siendo beneficiarias de un permiso de residencia permanente en España, tuvieron que abandonar el país en 2011». Así de contundente se muestra la Brigada de Extranjería de A Coruña en el atestado policial entregado a la juez que ordenó liberar a tres monjas en Santiago el día 23.

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