Magrudis pudo distribuir unos 110.000 kilos de carne desde diciembre de 2018, según Facua

Así lo subrayó este lunes en rueda de prensa el portavoz de la organización, Rubén Sánchez, quien matizó que ese montante total no tendría en cuenta la posibilidad de que en las fechas navideñas hubiera aumentado dicha producción.

Sánchez admitió que en estos momentos «se desconoce cuántos de los lotes de sus distintos productos estaban contaminados» y recordó que, tras la alerta sanitaria, la Junta de Andalucía solo ha retirado del mercado 6.800 kilos de productos de la trama según el último dato hecho público por el departamento de Jesús Aguirre.

Aunque no descartó la existencia de más productos con listeria antes de diciembre de 2018, el portavoz de Facua hizo referencia a los análisis realizados el pasado febrero por el laboratorio Microal que revelaron un positivo en la muestra de un lote de Carne Mechada La Mechá puesto en el mercado en diciembre de 2018.

La empresa llevó a analizar la carne después de ser alertada de una intoxicación en el bautizo de un bebé de etnia gitana en Huelva que se celebró el mes de febrero.

El portavoz de Facua volvió a hacer un «llamamiento» a las personas que hubieran acudido a esa celebración para que, en caso de haber sufrido la intoxicación o conocer a alguna persona que la padeciese, se pongan en contacto con la propia asociación o con el Juzgado de Instrucción número 10 de Sevilla, que instruye la causa contra Magrudis.

Facua, que ejerce la acusación particular en dicha causa, también ha constatado que Mario Marín, que el pasado jueves quedó en libertad provisional con cargos, no tiene ninguna propiedad inmobiliaria a su nombre en toda España , al igual que ocurre con su padre, su madre y su hermano Sandro José y con las dos empresas en las que figuran como propietarios y administradores únicos los hijos de Marín Ponce, Magrudis SLU y Elaborados Carnicos Mario SLU.

Sánchez consideró «claramente delictiva» la actuación de Magrudis tras detectarse el primer positivo en listeria, ya que, a su entender, sus responsables «actuaron sin ningún escrúpulo».

«Saben que tienen un producto peligroso en el mercado y no lo retiran ni informan a la autoridad sanitaria ni al consumidor y siguen produciendo», denunció, al tiempo que subrayó que no se trató de «un error» sino que, «de forma premeditada y consciente siguieron fabricando producto a sabiendas de que pudiera estar contaminado».