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La gripe ya está aquí: aprende a diferenciarla de un simple resfriado

En los resfriados las complicaciones son menos frecuentes, su duración suele ser menor, y su sintomatología también es distinta

ABC

La epidemia de gripe ya ha comenzado y, de momento, las comunidades más afectadas son Asturias, País Vasco y Castilla y León. En invierno, el virus de la gripe convive con otros virus que causan catarro por lo que puede dar lugar a confusiones.

La gripe es una enfermedad respiratoria aguda cuyo responsable es el virus «Influenza», y dura unos diez días. En el resfriado, que suele sufrirse durante una semana, existen más de 200 tipos diferentes de virus capaces de desencadenar sus síntomas. «En el caso del resfriado, las complicaciones son menos frecuentes, su duración suele ser menor, y su sintomatología también es distinta», explica el doctor Manuel Linares, coordinador del Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas, Medicina Tropical y del viajero de Semergen .

El resfriado puede afectar a personas de todas las edades, está presente todo el año, pero predomina en los cambios estacionales, especialmente cuando pasamos a un tiempo más frío. En el caso de la gripe, hay personas con alto riesgo de desarrollar complicaciones: los niños menores de 5 años, adultos mayores de 60-65 años, mujeres embarazadas, personas que viven en residencias u otros centros de cuidado a largo plazo, personas con patologías crónicas como asma, enfermedades neurológicas, enfermedades pulmonares crónicas ( EPOC,…), enfermos cardíacos, personas con trastornos sanguíneos (como anemias), trastornos endocrinos (como la diabetes mellitus), obesidad, afecciones renales o hepáticas, o personas que tengan su sistema inmunitario debilitado debido a una enfermedad o a la toma de un medicamento (VIH o SIDA, cáncer o quien esté en tratamiento con corticoesteroides).

Síntomas

El periodo de incubación de la gripe es de 18-36 horas, provoca siempre fiebre muy alta (38-40ºC), con dolores de cabeza y musculares muy intensos, con una tos frecuente que puede llegar a ser severa y una sensación de cansancio elevada. Además, tiene otra sintomatología ocasional como es el dolor de garganta, la irritación ocular, la secreción y la congestión nasal, y los estornudos.

En el resfriado, el periodo de incubación es algo mayor (48-72 horas). Es frecuente el dolor de cabeza, la irritación ocular, los estornudos, la tos seca leve, y una abundante secreción y congestión nasal. Raramente provoca fiebre (en caso afirmativo, sería solo de algunas décimas) y dolor muscular leve. La sensación de cansancio es menor que en el caso de la gripe.

Tratamiento

Como ambas son enfermedades infecciosas causadas por virus, en ningún caso responden a tratamiento antibiótico. En la gripe sólo se administran medicamentos que mejoran el estado general del paciente, como antitérmicos que reducen la fiebre y en casos de tos seca persistente un antitusígeno. Además, se recomienda el reposo, hidratación, vahos o inhalaciones de vapor de agua caliente, y baños tibios para bajar la fiebre en caso de que esta fuera muy elevada.

En el resfriado común el tratamiento es similar al de la gripe. El resfriado se resuelve solo y los fármacos (analgésicos y antitérmicos) no aceleran su curación, únicamente mejoran los síntomas. Es importante hidratarse lo suficiente para facilitar la eliminación de secreciones nasales.

Prevención

La higiene es fundamental ya que los virus pueden estar en nuestro organismo latentes hasta dos horas después de que se expulsen vía estornudo, tos o contacto físico. Es importante lavarse las manos frecuentemente , limpiar las superficies de contacto común, evitar el contacto cercano con las personas que lo padezcan y compartir objetos en contacto con saliva o secreciones. Asimismo, es importante que al estornudar o toser nos cubramos boca y nariz con un pañuelo de papel y desecharlo a continuación.

En el caso concreto de la gripe, otro factor importante de prevención es la vacunación , especialmente en grupos de riesgo. «Lamentablemente no evita en todos los casos que se adquiera la enfermedad. La efectividad de la vacuna puede variar de una temporada a otra (según la similitud o "combinación" entre los virus incluidos en la vacuna y los que estén circulando en la comunidad), y según la persona a la que se le administra la vacuna (edad y estado de salud)», concluye el doctor Linares.

No obstante, numerosos estudios han demostrado que la vacunación es beneficiosa, especialmente cuando la vacuna combina perfectamente con los virus en circulación.

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