Estrasburgo admite una demanda contra Alemania por negar la eutanasia a una tetrapléjica

La mujer quedó totalmente paralizada tras sufrir en el año 2002 una caída en unas escaleras que había frente a su domicilio. El accidente también provocó que tuviese que estar constantemente bajo respiración asistida y vigilancia médica. La mujer expresó su deseo de acabar con su vida y, en noviembre de 2004, solicitó al Instituto Federal de Productos Farmacéuticos y Médicos de Alemania autorización para conseguir una dosis letal de pentobarbital sódico, una sustancia con la que pretendía morir en su domicilio.

El citado Instituto rechazó la petición alegando que el deseo de la mujer de acabar con su vida era contrario a las leyes sobre narcóticos, que perseguían garantizar los cuidados médicos necesarios para la población. La mujer viajó entonces a Suiza, donde, con la asistencia de la asociación Dignitas, puso término a su vida el 12 de febrero de 2005. Después de agotar todas las vías judiciales en Alemania, el viudo demandó al Gobierno de su país ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos por haber negado a su mujer los medios necesarios para acabar con su vida.

En concreto, el viudo aseguró que la decisión de las administraciones alemanas violó su derecho a la vida privada y familiar, en concreto su derecho a una muerte digna, reconocido en la Convención Europea de Derechos Humanos. Los siete jueces que han compuesto en esta ocasión el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, presididos por el danés Peer Lorenzen, han admitido a trámite la querella al considerar de forma preliminar que Alemania podría haber vulnerado el derecho de la mujer tetrapléjica y de su marido. El tribunal deberá ahora estudiar el fondo del asunto hasta dictar un auto definitivo.