España afronta en sequía meteorológica la llegada de un verano más caluroso y menos lluvioso de lo normal

Las probabilidades de que entre julio y septiembre las temperaturas sean más altas de lo normal son mayores, con una anomalía de al menos 0,5 grados por encima de lo normal. Todo apunta a que también habrá menos lluvias en todo el territorio, especialmente en el interior y norte peninsular. Y, pese a las lluvias de la primavera, España comienza el verano astronómico este 21 de junio en situación de sequía meteorológica.

«Esperamos un verano más seco y más cálido de lo normal», ha resumido la portavoz de la Aemet, Beatriz Hervella. «En el valle del Guadalquivir, la media de esos tres meses podría aproximarse a los 27 grados», indicó. Un escenario en el que se elevaría el riesgo de incendios . «Con un verano que se prevé más cálido y en el que no descartamos que pueda haber más olas de calor, el riesgo de incendios será más alto «, ha explicado Del Campo.

Los datos de la Aemet constatan que el verano se ha ampliado casi seis semanas desde los años 80. Esto supone una «oportunidad» para que la primera ola de calor llegue antes , ha valorado Hervella, como ha ocurrido este año con la que comenzó el 11 o 12 de junio. También amplía el periodo de riesgo de incendios. «Si las condiciones favorables se extienden porque el verano se extiende, la época de incendios también lo hará», ha resumido Del Campo.

España llega al verano en situación de sequía meteorológica, especialmente en buena parte del noroeste, suroeste y nordeste de la península. Por el contrario, la Comunidad Valenciana y zonas próximas estaban a finales del pasado mes de mayo libres de sequía.

Las abundantes lluvias durante la primavera no han sido suficientes para revertir la sequía meteorológica con la que terminó el invierno. Si se analizan los datos de precipitación de los últimos doce meses, se puede hablar de una situación de sequía meteorológica en el conjunto de España, así como en la mayor parte de las cuencas representativas de AEMET (similares a las cuencas hidrográficas), salvo las del Júcar y Segura. A mediados de junio de 2022, había llovido en torno a un 25% menos de lo normal desde el inicio del año hidrológico.