«Nuestra esperanza es la primavera»

—¿Y cuál es la predicción estacional para la primavera?

—La predicción estacional no da una clara señal de precipitaciones importantes. Cuando no hay ese tipo de señal hay que quedarse con la climatología, que nos indica que la primavera suele ser en general relativamente lluviosa en toda España. Es la esperanza que nos queda, porque por ahora febrero no está dejando precipitaciones, tampoco de nieve, salvo en Pirineos y la Cordillera Cantábrica. La esperanza es que marzo y abril, sobre todo, fueran bastante lluviosos, pero lo cierto es que no hay síntomas.

—¿Y si fuera una primavera normal se podría recuperar el déficit?

—Difícilmente. Tenemos ya un déficit de un 35-40%, tendría que caer mucha lluvia para que eso se recuperase. Tampoco digo que no pueda ocurrir, pero no parece que esa pueda ser la tónica.

—¿A qué se debe esta escasez en las precipitaciones?

—Es una tendencia que se viene apreciando desde hace un año. Aunque si miramos los datos solo desde el 1 de octubre (ver gráfico) la situación es más clara y casi toda la Península, salvo el extremo sur y el área mediterránea, está en valores moderada o extremadamente secos. La explicación está en que desde los años 90 nos llegan muy pocas borrascas atlánticas, en términos relativos casi hay más temporales mediterráneos. Ese es el foco de la cuestión.