Encuentran viva a Natalia Sánchez Uribe, la chica de Erasmus desaparecida en París

La estudiante isleña, natural de Mallorca y de 22 años de edad, había desaparecido hacía justo una semana. La Fiscalía de París había abierto días atrás una investigación, al considerar que se trataba de una «desaparición inquietante». La Guardia Civil, a través de un agregado del Ministerio del Interior, había estado colaborando desde el primer momento con las autoridades francesas para localizar a la joven. La investigación se había centrado, sobre todo, en el entorno de la joven.

Las indagaciones se habían estado llevando a cabo con absoluta discreción . La denuncia originaria por la desaparición la presentaron sus padres el pasado 3 de mayo ante la Guardia Civil en Mallorca, que es el lugar donde ha residido la familia en los últimos años. En concreto, en el municipio de Calvià. Los padres son naturales de la provincia de Granada, si bien su hija nació en la isla balear.

Las circunstancias de la desaparición y reaparición de Natalia Sánchez Uribe siguen siendo «misteriosas» . La última dirección donde la estudiante fue vista y estuvo en contacto con familiares y conocidos, se encuentra en un barrio de la más absoluta normalidad. El horario aparente de su desaparición, en algún momento de la tarde noche del 1 de mayo, tampoco tiene matices conflictivos de ningún tipo. Las líneas de metro y autobuses utilizadas desde hace ocho meses por la estudiante, son líneas frecuentadas por una clientela nada problemática.

¿A qué se debía la «desorientación» y descarrío temporal de Natalia Sánchez Uribe? No se le conocían relaciones «peligrosas». Las informaciones sobre su persona que ella misma hizo públicas, los últimos meses, tampoco sugerían ninguna pista particular. «Tengo 21 años y es mi cuarto año viviendo fuera», había escrito en la página oficial de Erasmus, buscando piso, agregando: «He estado de año sabático en Londres trabajando y 2 en Barcelona estudiando. Este he querido hacer un Erasmus en París, porque me encanta la ciudad . Tengo un par de amigos por allí que podrían ayudarme con el papeleo y las visitas a los pisos. Si quieres saber alguna otra cosita sobre mí ¡no dudes en preguntar!».

Natalia se encuentra estudiando en la Universidad de La Sorbona de París aunque sus estudios de Económicas los ha cursado principalmente en la Universidad Autónoma de Barcelona. En principio, su estancia en la capital francesa debía concluir a finales de este mismo mes de mayo. La única pista que se tenía hasta la aparición de Natalia este miércoles era el reciente hallazgo de su mochila , con su teléfono móvil y su ordenador en el interior, cerca de La Sorbona.

Antes de su desaparición, la joven habría expresado a algunas de sus amigas su intranquilidad ante la posibilidad de estar siendo vigilada en las últimas semanas. Una de sus amigas declaró el lunes a Efe que Natalia decía sentirse «seguida» y «observada» . Según narró dicha amiga, la estudiante mallorquina deseaba volver pronto a España, porque no había logrado hacer amistades en la capital francesa y se sentía «sola y agobiada».

La pasada semana, Natalia había decidido abandonar el estudio de alquiler donde había vivido una temporada, en el distrito XIV de París. Horas antes de su desaparición, la joven llegó a trasladar dos maletas al piso de la amiga con la que iba a vivir a partir de ahora. Su idea era pasar en dicho piso, preparando los exámenes, las pocas semanas que aún debía permanecer en París. Dijo que volvería con una tercera maleta . Pero ya no regresó. Tampoco volvió al citado estudio.

Por lo que respecta a sus perfiles en Facebook y en Instagram, se encontraban inactivos desde el pasado 1 de mayo. En su página de Facebook había pensamientos y comentarios de diversos autores, no suyos, relacionados en buena medida con el modo en que deben afrontarse los problemas vitales cuando aparecen. Muchas de esas reflexiones estaban escritas en inglés, idioma que Natalia domina a la perfección.

Una mujer joven que ha vivido un año en Londres, trabajando, y otros dos años, en Barcelona, estudiando, parece tener una experiencia de la vida que no permite especular con las razones del descarrío y la «desorientación» . Las versiones muy «literarias» de su desaparición comenzaron por no gustar nada a sus familiares, quizá conscientes de que estaban viviendo al borde de un «susto» o tragedia potencial de muy otra naturaleza.

Hospitalizada la reaparecida, para ser cuidada con la atención correspondiente, los padres siguen prefiriendo el silencio , la prudencia, pidiendo respeto para la situación familiar.