Wert presenta hoy su visión española de la Educación a los consejeros autonómicos

El Consejo de Ministros aprobó el anteproyecto de la Lomce el pasado 21 de septiembre. La Lomce, cuando se apruebe, se convertirá en la séptima ley educativa de la democracia. El Ejecutivo pretende enviarla al Parlamento y que este la sancione en los próximos meses.

Entre los puntos conflictivos del anteproyecto, que ya han impugnado sobre todo las consejerías de Educación de Andalucía y del País Vasco (gobernadas por el PSOE), y la de Cataluña (por motivos diferentes), están las evaluaciones nacionales comunes para todos los alumnos, lo que también se ha dado en llamar «reválidas» . Serán cuatro: dos en Primaria, una al final de la ESO y otra al final de Bachillerato. Estas dos últimas será obligatorio aprobarlas para poder obtener el correspondiente título de la ESO o del Bachillerato. Cataluña considera que los contenidos de estas pruebas son de su competencia, según la Ley de Educación de Cataluña (LEC). El PSOE piensa que las evaluaciones suponen una «vuelta al franquismo» .

Pero lo que a Irene Rigau , la consejera catalana, más le molesta de la Lomce es que atribuye al Gobierno central la definición del 65 por ciento de las enseñanzas comunes para las autonomías con lengua cooficial, y el 75 por ciento para el resto (ahora son el 55 y el 65 por ciento, respectivamente).

La reforma adelanta la elección de los alumnos hacia la Formación Profesional o el Bachillerato, mediante optativas en tercero de la ESO. En cuarto de la ESO las dos vías estarán ya diferenciadas. Incorpora la Formación Profesional Básica , de dos años de duración, que sustituirá a los actuales Programas de Cualificación Profesional Inicial . Reduce las asignaturas optativas. Refuerza las básicas: Lengua, Matemáticas, Ciencias e Inglés). Da mayor autonomía a los centros escolares para implantar sus propios proyectos pedagógicos. Refuerza la figura del director, que tendrá que acreditar haber superado un curso de formación sobre el desarrollo de la función directiva. Finalmente, la Lomce permite de forma explícita que las comunidades autónomas puedan conceder conciertos a los centros de educación diferenciada por sexos.

Wert ha hecho declaraciones en los pasados días que han sido muy comentadas a escala nacional. Ha hablado de diecisiete sistemas educativos diferentes. Se le ha escapado la palabra «españolizar» Cataluña por medio de la Educación, aunque luego ha explicado que se trata de que la enseñanza en castellano sea una realidad fácil para el que lo quiera en Cataluña, y de que los catalanes estén también orgullosos de ser españoles. Ha insistido en que su reforma es práctica y «no ideológica» y que se basa en los mejores modelos actuales internacionales.

Quejas, además de la políticas, han venido de las sociedades de estudios clásicos (la Lomce, apuntan, descuida las Humanidades, el Latín y el Griego), de las Ciencias (poca Física y Química o Geología), de la Técnica (poca Informática) y de las Artes (poca Música y Dibujo).

La reunión, pues, se presenta muy animada.