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Wuhan, un año después del origen de la pandemia

«¡Uf, vi demasiados cadáveres para contarlos!»

Un empleado de un hospital de Wuhan narra los meses más duros del coronavirus, cuando no había furgonetas funerarias para llevar a todos los fallecidos a los crematorios

Las autoridades advierten a las familias de las víctimas para que no hablen y los cementerios prohíben la entrada a los extranjeros al sospechar que son periodistas

En el cementerio de Biandanshan, uno de los mayores de Wuhan, el Jardín de la Grulla Alzada concentra las lápidas de los fallecidos en 2020, entre ellos los del coronavirus Fotos: PABLO M. DÍEZ | Vídeo: ATLAS
Pablo M. Díez

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Un año después del estallido en Wuhan, y con la epidemia controlada pese a los últimos brotes, el riesgo del coronavirus para China no es sanitario, sino político. Tanto en vidas como en daño económico , la pandemia es una catástrofe mundial tan grave ... que Pekín está intentando descargarse de cualquier responsabilidad sobre sus inicios. Mientras la propaganda trata de reescribir el relato apuntando a otros países como posible origen y sugiere que el virus entró en China a través de alimentos congelados importados del extranjero, la censura filtra toda información sensible.

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