«Cuando la ley permite el aborto, la gente piensa que es algo aceptable»

La norma, sin embargo, se encuentra suspendida por un recurso interpuesto ante la Justicia por la multinacional del aborto Planned Parenthood. Sinclair ha pasado por Madrid, invitada por la asociación Derecho a Vivir , para impulsar esta medida a nivel europeo, ya que, según recuerda, ayuda a la población a reconocer que el no nacido es una persona con derechos.

¿Cómo han conseguido aprobar esta nueva legislación que prohíbe el aborto después de detectar el latido cardíaco del feto?

Mucho antes de pensar en esta ley, pusimos en marcha otras medidas. Primero empezamos por prohibir que los fondos públicos financien el aborto en EE.UU. Es una manera de recortar los recursos a la industria del aborto. No creemos que los contribuyentes deban pagar el coste de acabar con las vidas de los no nacidos. La segunda fase fue concienciar a la sociedad de que existe una persona desde la concepción. Nos dimos cuenta de que si lográbamos demostrar esto a través de un hecho tan obvio y razonable como es del latido de un corazón, las personas podrían entenderlo mejor. La presencia de un corazón que late es indicación de la vida de otro ser humano. Por eso pensamos que este signo podía demostrar que una vez que hay latido cardíaco en el feto estamos ante una persona con derechos y no puede ser abortado. Entonces pasamos esta idea al proyecto de ley.

¿Qué sitios de los EE.UU. dice usted son más inseguros para las mujeres para tener hijos?

Nueva York es probablemente el lugar más inseguro para los no nacidos. Allí la ley permite practicar un aborto hasta el momento del parto, a los nueve meses de embarazo.

¿Como ve usted eso?

Es repugnante porque se trata de una violación de los derechos humanos. Un bebé puede ser asesinado literalmente un minuto antes de nacer. Yo puedo comprender la decisión de una mujer, pero el hecho de que un Estado completo legalice lo que equivale esencialmente a un infanticidio es una barbarie. Estamos shockeados con todo esto.

¿Qué acogida ha tenido entre los ciudadanos su proyecto de ley?

EE.UU. es un país dividido en este tema. El 50% de la población apoya el aborto y el otro 50% es provida. Pero en Iowa, cuando hablamos de proteger la vida a partir del latido del corazón del feto, el 60% de la gente apoyó la idea. Esto demuestra que cambiando las palabras, cambia la percepción que la gente tiene del tema. Ese es el camino para que la gente comprenda y reflexiones sobre el valor de la vida. El latido del corazón es un reflejo de la vida y nos ayuda a identificar la dignidad del ser humano.

¿Qué acogida ha tenido entre tu equipo de trabajo este proyecto de ley?

Ha estado divido. Yo tengo fe, pero esto es más grande que la fe misma. EE. UU. fue fundado bajo la noción de que todos los miembros de nuestra sociedad nacemos con derechos inalienables y el primero de todos es el de la vida. El primer derecho que aparece en la Constitución de Iowa y por el que juré cuando fuí elegida como senadora, es el derecho a la vida.

¿Cree que la defensa de la vida de los no nacidos es más eficaz con leyes restrictivas con el aborto o con medidas que apoyen a la mujer embarazada?

Creo que ambas son necesarias. Cuando una ley permite el aborto, la gente piensa que es algo aceptable. Creo que es importante hablar desde una perspectiva legal del hecho de que la vida merece ser preservada. Pero considero que los políticos deberíamos estar apoyando también a las mujeres embarazadas, a las familias. Una educación que valore la familia también es importante. Todo ayuda. Creo que todo apunta a la misma dirección.

Prácticamente todos los países de Europa, han legalizado el aborto. ¿Está perdida la batalla de la defensa de la vida de los no nacidos?

No. Si creyera que la batalla está perdida no invertiría mi tiempo en esto. En Iowa lo conseguimos y fue un gran paso para nosotros. Luego nos siguieron Mississippi, Kentuky, Lousiana, Missouri, Alabama, Ohio o Georgia. Pero necesitamos la influencia de todos, políticos, familas, amigos para demostrar que la vida es el derecho fundamental de todo ser humano y que eso no ofende a nadie. La batalla por la vida no está perdida y debemos seguir luchando por otras vías que están fuera de la política.

¿Cuáles son esas otras vías?

Debemos ser capaces de influenciar a nuestras familias, vecinos, amigos y demás, para que entiendan que el derecho a la vida es el derecho humano más fundamental de todos, y necesitamos llevar ese mensaje de una manera que no sea ofensivo para la mujer que lleva a su hijo en el vientre. Tenemos que buscar vías para hacer llegar este mensaje cada vez a más gente.