La caja B de Vitaldent se nutría con los «impuestos revolucionarios» que pagaban los franquiciados

Colman había colocado al frente de este entramado societario a personas de su confianza como Fernando S., Jordi G., Óscar S., Carolina J., Javier A. o Aurora G. Ellos y otros, sobre todo los dos primeros, estaban al tanto de la piedra angular del sistema: una doble contabilidad y una caja B que se nutría con los «impuestos revolucionarios» o cánones obligatorios que tenían que pagar los franquiciados , según recoge la denuncia presentada por la Fiscalía Anticorrupción.

« Se ha llevado a cabo una sistemática constitución de sociedades , lo que realizan personalmente abogados del departamento jurídico», señalan los investigadores. El fin era crear un cortafuegos para diluir cualquier responsabilidad. En esa estructura que ha ido experimentando cambios hay dos tipos de sociedades: unas dueñas de clínicas que no funcionan en régimen de franquicia y otras utilizadas presuntamente para facturar de forma fictica, evadir impuestos y sacar ingentes cantidades de dinero del país.

Este tinglado de ingeniería financiera se sustenta en varias vías de enriquecimiento de la organización: unas más burdas y otras más sofisticadas. Unas pasan por obligar a los proveedores a pagar un canon del 11 por ciento , lo que aumenta los precios para los franquiciados y en el caso de las prótesis provoca que disminuya la calidad. Además arriendan los locales y llevan a cabo las obras de acondicionamiento. La inversión publicitaria tampoco escapaba del canon (un cinco por ciento anual), pero el dinero se destinaba a otros menesteres. El eje, con todo, es la citada contabilidad B, denunciada por los propios franquiciados. Al principio tenían que entregar el 10 por ciento del dinero negro a la organización, que enviaba recaudadores a recogerlo o se entregaba en las reuniones anuales.

Pero ese sistema evolucionó y Colman empezó a exigir diez mil euros al mes en efectivo a algunas clínicas de confianza. Según las denuncias se llegó a generar tal cantidad de dinero en metálico que la organización tuvo que contratar varias cajas de seguridad en Bancos que se les quedaron pequeñas para absorber todo el efectivo. Entonces Colman optó por abrir dos cuentas en Suiza.

En la denuncia consta que la trama se había dotado de un «botón pánico», un mecanismo informático que permitía hacer desaparecer la contabilidad registrada en los servidores desde cualquier lugar. Al mismo tenía acceso, al parecer, no solo el dueño sino al menos otros tres o cuatro colaboradores.

Durante todo el día se llevaron a cabo las detenciones –fue arrestado el responsable de la actividad de la empresa en Italia Bartolo Conte– y los 15 registros ordenados por la juez, incluido el de la sede central de Vitaldent en Las Rozas. Cuatro de las personas en el punto de mira iban a viajar ayer mismo . En dos de las viviendas, la de Colman y la de uno de sus más cercanos, los agentes ya han hallado 400.000 y 600.000 euros respectivamente , según fuentes de la investigación y aún no han acabado de contar. La instructora decretó también la prohibición de disponer sobre 124 fincas, 36 vehículos a motor y una aeronave valorada en un millón de euros. Está previsto el bloqueo de saldos en 25 bancos, así como el bloqueo de dos SICAV por importe de 5 millones de euros y la prohibición de disponer de otras 103 fincas rústicas.

Estos datos forman parte del patrimonio acumulado por Colman, quien cuenta con viviendas en urbanizaciones exclusivas de Las Rozas, Pozuelo, Marbella, Baqueira, un palacete en Asturias, un apartamento en Nueva York y hasta una cuadra de caballos en Segovia, además de coches de lujo y aeronaves. Las pesquisas han puesto al descubierto el funcionamiento de un núcleo duro en torno a Colman con papeles diferenciados con el fin de llevar a cabo un fraude continuo y blanquear las millonarias cantidades de dinero obtenidas, muchas de las cuales han acabado en paraísos fiscales. El fraude fiscal es aún difícil de contabilizar teniendo en cuenta el volumen de dinero que ha entrado y salido de España en dirección a cuentas de Suiza, Holanda o Luxemburgo.

Según las fuentes consultadas, n o está previsto clausurar ninguno de los centros médicos ni que estos dejen de atender a los pacientes, dado que se ha articulado previamente un mecanismo para evitar perjuicios a los miles de clientes de estos centros.