Los detenidos en Granada lamentan «el daño a la Iglesia y a su familia»

El letrado, Javier Muriel, en declaraciones a ABC, relató que lleva trabajando en la defensa de los tres clérigos y el docente desde hace «aproximadamente un mes», cuando supo que habían sido denunciados y que la Policía Nacional había iniciado las indagaciones en torno a ellos.

Tras escuchar las declaraciones de sus clientes, considera que hay elementos que demostrarían su inocencia y se remitió al testimonio del primer denunciante para afirmar que hay comportamientos de difícil comprensión en su relato. Muriel, que lamentó profundamente no haber podido ver a sus clientes desde su detención, al decretar el juez su incomunicación, manifestó que sus patrocinados consideran que «no han hecho nada».

«Una de las cosas que más lamentan es el daño que se está haciendo a la Iglesia y a sus familias», recalcó, para añadir que, desde el punto de vista de los detenidos, el caso «tiene poco recorrido». «Están muy tranquilos», reiteró el abogado.

Al margen de este testimonio, que revela por primera vez la versión de los tres curas y el profesor, otras fuentes consultadas por ABC apuntan a la posibilidad de que los delitos de abusos denunciados habrían prescrito. Una circunstancia que hace que la investigación pueda avanzar en el tiempo a la búsqueda de víctimas más recientes.

Los detenidos comenzaron en la tarde de ayer a prestar declaración ante los agentes de la unidad de Policía Judicial que se han hecho cargo del caso. El primero en hacerlo fue el cura Francisco José C. M., juez del Tribunal Eclesiástico del Arzobispado de Granada; y al cierre de esta edición estaba haciéndolo Sergio Q. M., profesor de Religión.

Este maestro del instituto Alonso Cano de la localidad Dúrcal, llevaba una semana sin dar clase y ahora el pueblo entiende el motivo. La noticia estaba en cualquier conversación, pero nadie daba crédito, informa A. Sánchez. «No puede ser él», afirmaba una madre, que contaba cómo su hija llegó a casa llorando, incapaz de asumir que su profesor de Religión estaba implicado. «Los niños lo apreciaban mucho, no me lo explico y no me lo creo», relataba.

Ayer también se conoció que una segunda persona había presentado una denuncia en el juzgado de guardia de la capital granadina, tras declarar como testigo en días pasados ante la Policía. Igual que en la primera, el denunciante se ha declarado víctima de supuestos abusos sexuales por los ahora detenidos. Ahora se procederá a dar trasladado de esta acusación al instructor, Antonio Moreno, para que determine si la añade a las diligencias ya abiertas. Aunque se han descartado nuevas detenciones, la operación policial «sigue abierta», según la delegada del Gobierno en Andalucía, Carmen Crespo, que indicó que «puede haber más actuaciones», ya que la Policía investigará el caso «hasta sus últimas consecuencias».

Entre tanto, ayer se confirmó que la casa de Pinos Genil donde se encontraban los arrestados con otros sacerdotes el día de la detención, fue asaltada hace dos semanas, cuando la Policía comenzó a tomar declaración a los primeros testigos. De allí desaparecieron, al menos, tres ordenadores, informa José R. Villalba.