Papa Francisco: «El pueblo de Dios tiene un olfato infalible para distinguir los buenos pastores de los mercenarios»

Ante más de ochenta mil peregrinos que asistían a la canonización de seis nuevos santos –cuatro italianos y dos indios de Kerala-, el Papa comentó la fiesta de Jesucristo Rey del Universo precisando que «Jesús no es un rey a la manera de este mundo. Para él reinar no es mandar sino obedecer al Padre, entregarse a él para que se cumpla su proyecto de amor y salvación».

Frente a algunos equívocos, el Santo Padre subrayó que «la salvación no comienza por la confesión de la realeza de Cristo, sino por la imitación de sus obras de misericordia», como señala el capítulo 25 del Evangelio de Mateo, leído durante la misa. Jesús da entrada en el cielo a quienes ayudaron, alimentaron, vistieron y acogieron a personas necesitadas, sin saber que, al hacerlo, prestaban ese servicio a Jesús mismo.

El Papa mencionó como ejemplo a uno de los nuevos santos italianos, Amato Ronconi, nacido en 1226 cerca de Urbino, quien peregrinó cuatro veces a Santiago de Compostela cuando ese viaje era muy peligroso y llevaba más de un año.

Su imagen, vestido de peregrino, en la fachada de la basílica de San Pedro, lucía sobre la esclavina cuatro conchas de Santiago, pero Amato Ronconi, fue también ejemplo de hospitalidad pues abrió junto con su hermana Clara una posada para peregrinos en el camino de Urbino a Roma.

No era religioso sino terciario franciscano y dejó en herencia sus tierras y su posada a los Benedictinos de Rímini que, al cabo de siete siglos, siguen manteniéndola como casa de reposo de ancianos. El Papa realizará un breve viaje a Estrasburgo el martes por la mañana para pronunciar un discurso ante el Parlamento Europeo y otro ante el Consejo de Europa.

El viernes emprenderá un viaje de tres días a Turquía con etapas en Ankara, donde abordará las relaciones con el Islam, y en Estambul, donde festejará la fiesta de san Andrés, patrono de la Iglesia Ortodoxa, con el patriarca ecuménico de Constantinopla, Bartolomé I.