Los niños que hacen ejercicio después de clase mejoran sus habilidades cognitivas

Para la investigación se realizó una evaluación durante nueve meses a 221 niños. A la mitad de los participantes se les asignó un programa de ejercicio posterior a las clases mientras que el resto fue puesto en una lista de espera. Todos los participantes fueron sometidos a pruebas cerebrales y de desarrollo cognitivo.

Como era de esperar, los niños del grupo que hicieron ejercicio estaban en mejor forma que los que no realizaron actividad. «Hemos observado un aumento del 6% en cuanto a la aptitud física de los niños que hicieron ejercicio». En cambio, el estado físico mejoró menos de un 1% en el caso del grupo control.

Los niños del grupo del ejercicio mostraron además aumentos sustanciales en la «inhibición de la atención», una medida basada en la capacidad para bloquear la distracción y enfocarse en uns tarea en cuestión. También mejoran en la «flexibilidad cognitiva», que implica el cambio entre tareas intelectuales, manteniendo la velocidad y precisión. «Los niños del grupo control registraron mejoras mínimas en estas medidas, en línea con lo que cabría esperar como resultado de la maduración normal durante los nueve meses», aseguró Charles Hillman, autor del estudio y profesor de la Universidad de Illinois.

«Curiosamente, las mejoras observadas en la intervención FitKids se correlacionaron con la tasa de asistencia, de manera que una mayor asistencia se vincula con una mayor cambio en la función cerebral y mayor rendimiento cognitivo», aseguró Hillman.