Tras un verano fresco, llega un otoño más cálido y no muy húmedo

La portavoz de Aemet, Ana Casals, insistió en que los modelos que manejan «no dan indicios claros» de lluvias, por lo que no parece que vaya a revertirse el déficit generado en este año hidrológico que, a una semana para su finalización, está siendo en conjunto ligeramente más seco de lo normal , y con una distribución muy desigual en las precipitaciones, sobre todo en el Levante, donde algunas áreas de Murcia y sur de la provincia de Alicante las precipitaciones no han alcanzado ni una cuarta parte de lo que es normal.

Se despide así un verano que en España ha sido el cuarto más fresco de los últimos 15 años, solo por encima de los veranos de 2002, 2007 y 2008. Aunque en el Mediterráneo el verano no ha sido fresco, lo cierto es que para el conjunto de España la anomalía de temperatura se ha situado en 0,6ºC, por debajo de veranos anteriores más calurosos. Y esta anomalía positiva se ha debido en buena parte al comportamiento del mes de junio, que fue 1,3ºC más caluroso que la media, porque julio fue 0,1ºC más frío y agosto registró una anomalía térmica de 0,6ºC.

Y es que este verano ha sido algo anómalo, según explica Casals. Entre el 1 de junio y el 31 de agosto no ha habido olas de calor -entendidas como más de tres días consecutivos con temperaturas por encima de los umbrales de riesgo-, aunque sí se superaron los 40ºC en algunos puntos. Las temperaturas más altas se registraron en el interior de Andalucía los días 16 y 17 de julio con 42,9ºC en el observatorio de Córdoba Aeropuerto y 42,7ºC en el de Granada Aeropuerto.

En lo que llevamos de septiembre, sin embargo, las temperaturas han sido muy superiores a los valores medios en toda España. Hasta la fecha es el tercer mes de septiembre más caluroso desde 1961, después de los años 1962 y 1987, con una anomalía positiva media entre los 2ºC y 3ºC, más acusadas, de 3ºC a 4ºC, en el nordeste peninsular y en la zona de Málaga. En cuanto a las precipitaciones, alcanzan en conjunto el valor medio para este periodo con una distribución geográfica muy desigual, más o menos como se ha comportado el resto del año hidrológico: húmedo a muy húmedo en el tercio occidental y en nordeste peninsular y más seco en el resto del territorio peninsular, Baleares y Canarias.

Aunque el verano no es abundante en lluvias en nuestro país, este verano se han registrado valores ligeramente inferiores a la media, con una precipitación media sobre España de 73 litros por metro cuadrado, valor que queda en torno a un 12% por debajo de la media del trimestre. A lo largo del verano se han producido varios episodios de precipitaciones intensas entre los que destaca el que afectó a puntos del nordeste peninsular entre los días 23 y 24 de junio, con cantidades superiores a 70 litros por metro cuadrado en áreas de Navarra, Cataluña e interior de Asturias o el que afectó a Cataluña el día 22 de agosto, que dejó un registro de 53,1litros por metro cuadrado en el aeropuerto de Barcelona.

También anómalo ha sido el verano que termina por haberse registrado una importante actividad eléctrica debido a la formación de sucesivas tormentas, sobre todo en el nordeste del país. El promedio de descargas al año durante los meses de junio, julio y agosto en el periodo de referencia que comprende los años de 2004 a 2013 es de 484.713, mientras, este año las descargas registradas se han elevado a 587.216.