El Papa invita a los jóvenes a «decir ‘no’ a la idolatría del dinero, las drogas y la violencia»

En la homilía pronunciada en la plaza de Madre Teresa, en pleno centro de Tirana, el Papa comentó emocionado «la gran cantidad de jóvenes que me han saludado a lo largo de la carretera desde el aeropuerto. ¡Donde hay juventud hay esperanza!».

En el rezo del Ángelus, el Papa se dirigió especialmente a ellos, explicándoles que «Jesús nos conoce mejor que nadie. Cuando cometemos errores no nos condena sino que nos dice: ‘Vete, y de ahora en adelante no peques más’», como a la mujer adúltera a la que consiguió salvar la vida cuando la iban a lapidar.

La primera fila estaba ocupada por las autoridades de la nación, los líderes musulmanes, dirigentes ortodoxos y personalidades ateas que asistían encantadas a la misa del Papa. Desde el altar, Francisco podía ver la avenida principal de Tirana, engalanada con las fotos de 40 mártires de la persecución de Enver Hoxha, la más sistemática de un régimen comunista. Eran rostros pacíficos, muchos de ellos sonrientes.

Francisco se emocionó recordando «aquel muro del cementerio de Shkodër, símbolo del martirio, donde se realizaban los fusilamientos. Quiero depositar allí, conmovido, la flor de la plegaria y del recuerdo agradecido».

En sus palabras a los jóvenes, Francisco les invitó a apoyarse «en la fuerza del Evangelio y el ejemplo de los mártires» para tener el valor de ir contracorriente al mundo consumista y narcisista: «Decid ‘no’ a la idolatría del dinero, a la falsa libertad individualista, a las dependencias –droga, alcohol, sexo, etc.– y a la violencia. Decid ‘sí’ a la cultura del encuentro y la solidaridad». Les invitó a vivir la vida «con ánimo grande, siendo fiel en las cosas pequeñas».

Igual que el aeropuerto de Tirana, la plaza de la Universidad lleva ahora el nombre de Madre Teresa. El Papa la mencionó en la homilía como una persona humilde y, a la vez, «una gran hija de vuestra tierra».

Por la tarde, el Santo Padre se reunirá con los líderes de las principales religiones, rezará con los sacerdotes, religiosos, seminaristas y líderes de los movimientos en la catedral de Tirana y visitará a los niños discapacitados del Centro Betania antes de emprender el vuelo de regreso a Roma.