El Papa «estrena» alemán en el encuentro con 50.000 monaguillos de Alemania

El entusiasmo de los cincuenta mil jóvenes desbordó el martes la plaza de San Pedro durante un encuentro que tuvo momentos de fiesta, de plegaria y también de reflexión sobre las palabras del Papa. La buena música y el ambiente de JMJ dominaron la fiesta , seguida por decenas de miles de «colegas» desde Alemania, donde el total de monaguillos asciende a 430.000, en buena parte chicas.

El Papa Francisco fue «recibido» en el estrado por dos chicos y dos chicas en representación de todos los demás, que aplaudían a rabiar desde una plaza convertida en mosaico de colores, pues casi todos los grupos llevaban vistosas camisetas distintivas. El Papa sonreía feliz, viendo la «Iglesia joven» de un país en que ha bajado el número de católicos debido a varios escándalos en los últimos años.

Una chica con vestido típico le ofreció un vistoso pañuelo de la peregrinación, que el Papa se puso enseguida en la muñeca derecha, y una camiseta deportiva con el dorsal «Franziskus 1», que besó con aprecio antes de enseñarla con orgullo. En bastantes zonas de la plaza, las chicas superaban en número a los chicos. Con los peregrinos vinieron 23 arzobispos y obispos.

La primera media hora fue de oración con plegarias tradicionales como el «Veni Sancte Spiritus» en latín, un idioma que se estudia fuerte en el bachillerato, pero al ritmo dinámico de música contemporánea.

El Papa respondió después en italiano a cuatro preguntas de los jóvenes. El sistema de traducción sucesiva permitió a todos seguir las respuestas del Papa, quien les animó «a conocer a Jesús en el Evangelio y la oración personal para poder realizar bien vuestro servicio litúrgico». Les aconsejó también no dedicar excesivo tiempo a chatear o a los móviles, a no aislarse del mundo real, y a vivir sin miedo la «Libertad para hacer el bien», que era el lema de su peregrinación de cuatro días a Roma.