La primera escuela para ligar de Sudáfrica

«Solía salir cuatro y cinco veces a la semana, era una adicción -recuerda Ryan Peimer-. Cada noche llegaba a casa contando cuántos números conseguí, cuantos besos, a quién vería al día siguiente. Empecé a perder la perspectiva. Ahora solo entro a las mujeres que me interesan; ya no salgo para ligarme a tres modelos, llevármelas a casa y hacer un cuarteto».

Son «pick up artists» –maestros de seducción-, los instructores de la primera escuela para ligar de Sudáfrica. Más de un centenar de hombres afortunados, de todas clases y edades, han pasado ya por sus campamentos, con resultados, dicen, asombrosos. Dos días de teoría y dos noches de práctica en bares de Johannesburgo, bajo la atenta mirada de los profesores, para conquistar a la chica de tus sueños.

«Todo es posible. Muchas mujeres tienen su idea de hombre ideal, y sin embargo, muchas veces acaban con hombres totalmente distintos, porque la atracción es algo mucho más profundo que la apariencia , y eso es lo que nosotros enseñamos. Cada mujer es distinta, pero todas están programadas de la misma manera», explica Darren Lurie.

Los hombres cometen el error de mostrar demasiado interés en la mujer que desean, las atosigan a preguntas o suelen «entrar» con frases demasiado manidas, como el «vienes mucho por aquí» o el «te invito a una copa».

Los «pick up artists» enseñan cómo comenzar una conversación interesante, lograr compenetración y que las chicas se sientan cómodas. Después vienen las «técnicas mágicas de atracción», solo reservadas para aquellos que pagan los 5.000 rands (340 euros) que cuesta el curso.

«Trabajamos sobre la base de que todas las mujeres quieren aquello que no pueden tener; es como un gato y un ovillo de lana; solo muestran interés cuando lo mueves. Si se queda quieto en el suelo, lo ignorarán», explica Ryan Peimer. «Es un tira y afloja –añade Lurie-. Muestras algo de interés, y después ella empezará a pensar cómo puede hacer para que tú estés más interesado en ella. Entonces, le das una pequeña recompensa, otra muestra de que estás interesado. Se trata de volver las tornas. Tú eres el premio».

Los «pick up artist» son una comunidad «underground» extendida por todo el mundo, con sus propias convenciones, libros y campamentos, donde los seductores intercambian experiencias y técnicas.

Ryan comenzó a interesarse por los «pick up artist» tras una relación de tres años. Solía ser muy tímido con las mujeres, incapaz de comenzar una conversación. Tras seis años de estudio, de aciertos y errores, decidió comenzar la escuela de seducción para ayudar a otros hombres.

«A veces nos llaman manipuladores –reconoce Darren-. Enseñamos unas técnicas que pueden ser utilizadas para el bien o para el mal, pero siempre les decimos que traten a las mujeres con respeto». «Un gran poder conllevaba una gran responsabilidad».