El Papa invita a los obispos españoles a «escuchar a todos de corazón a corazón, con ternura y misericordia»

El Santo Padre comenzó agradeciendo las palabras de saludo del presidente de la conferencia episcopal, Antonio María Rouco Varela , «que expresan vuestro firme propósito de servir fielmente al pueblo de Dios», resaltándolo de modo especial con la celebración del « V Centenario del nacimiento de Teresa de Jesús , primera doctora de la Iglesia».

Más que entrar en cada uno de los problemas del cristianismo en España o rozar temas políticos, el Papa invitó a los obispos a ejercer bien su ministerio ya que Jesús «nos enseña a escuchar a todos de corazón a corazón, con ternura y misericordia, y a buscar lo que verdaderamente une y sirve a la mutua edificación».

El Papa, que está poniendo en marcha una revolución misionera a base de cambiar las actitudes, les recordó que vayan a los alejados, «pues nadie puede quedar excluido», y les exhortó a no ahorrar esfuerzos «para abrir nuevos caminos al Evangelio, que lleguen al corazón de todos».

Evangelizar es un trabajo de equipo, en el que colaboran todos los bautizados, y por eso «es importante que el obispo no se sienta solo, ni crea estar solo, que sea consciente de que también la grey -el rebaño- que le ha sido encomendada tiene olfato para las cosas de Dios». Es una idea que comentó el pasado mes de julio en Rio de Janeiro a los obispos de América latina, y que dinamiza mucho las diócesis donde se aplica.

El Papa invitó a los prelados españoles a «poner a vuestra Iglesia en un verdadero estado de misión permanente para llamar a quienes se han alejado y fortalecer la fe, especialmente en los niños». Una vez más, se refirió a la familia, pieza clave de la renovación evangélica y social, a la que dedicará dos Sínodos de Obispos en los próximos dos años. Su mensaje fue que «despertar y avivar una fe sincera favorece la preparación al matrimonio y el acompañamiento de las familias, cuya misión es ser lugar nativo de convivencia en el amor, célula originaria de la sociedad, transmisora de vida e iglesia doméstica donde se fragua y se vive la fe».

El Papa Francisco elogió la labor de Caritas y exhortó a los obispos a mantener esa línea pues «el amor y el servicio a los pobres es signo del Reino de Dios que Jesús vino a traer». Sus palabras de despedida consistieron en pedir «que llevéis a los queridos hijos de España un especial saludo del Papa».

Aparte del encuentro con todos los obispos, el Papa ha recibido ya a casi la mitad en grupos menores de diez o doce prelados. El lunes por la mañana fue el turno de la provincia eclesiástica de Santiago de Compostela y Oviedo, a las que seguirán las de Barcelona y Tarragona el viernes, y las de Granada y Sevilla el sábado.