El Papa concluye solemnemente el Año de la Fe iniciado por Benedicto XVI en 2012
Sostuvo en sus manos la arqueta de las reliquias de San Pedro y entregó el documento «La Alegría del Evangelio»
juan vicente boo
El Año de la Fe, convocado e inaugurado por Benedicto XVI el 11 de octubre del 2012, ha llegado a su fin bajo el pontificado del Papa Francisco, quien inició la homilía de la misa de clausura con un afectuoso recuerdo de su predecesor: “a ... Benedicto XVI va ahora nuestro pensamiento lleno de cariño y reconocimiento”. Los fieles se sumaron al homenaje con un gran aplauso.
El Papa subrayó que “Cristo es el centro del pueblo de Dios” y, al margen del texto preparado, añadió que “Cristo está ahora aquí. Es el centro. Esta aquí en la palabra (del Evangelio) y va a estar sobre el altar”.
En su comentario al pasaje del buen ladrón, crucificado junto a Jesús y que le pedía “Acuérdate de mí cuando llegues a tu reino”, el Papa añadió, también al margen del texto, que “todos podemos hacer nuestra esa oración. Cada uno de nosotros tiene sus errores, sus pecados, sus momentos alegres y sus momentos de oscuridad”.
En su línea de pastor y director espiritual, el Papa invitó a unos cien mil fieles a una oración muy personal: “Miremos a Jesús y repitámosle con el corazón, sin palabras: ‘Acuérdate de mí, Jesús. Acuérdate de mí, Señor’. Somos pecadores y pecadoras”.
Según el obispo de Roma, Jesús promete al buen ladrón “Hoy estarás conmigo en el paraíso” porque siempre da más de lo que se le pide: “Jesús pronuncia sólo palabras de perdón, no de condena, cuando la persona se atreve a pedirle perdón”.
Durante el rezo del credo, el Papa sostuvo en sus manos la arqueta en la que se guarda un pequeño recipiente rectangular que contiene ocho fragmentos de hueso de unos dos o tres centímetros cada uno.
La moderna arqueta de bronce, regalada a Pablo VI en 1971, lleva la inscripción “Huesos encontrados en el hipogeo de la Basílica Vaticana, considerados como de San Pedro Apóstol”. La prudencia es obligatoria pues provienen de la zona de los enterramientos, pero no del lugar donde se esperaba encontrar los restos del Apóstol, y estuvieron después muchos años depositados sin marcas en una galería secundaria junto con muchos otros restos de las excavaciones realizadas entre 1940 y 1950.
Durante la misa, concelebrada por 250 patriarcas, cardenales, obispos y sacerdotes, hubo 50 sacerdotes confesando en varios lugares de la columnata de Bernini y de los pasillos centrales. Se repetía la buena experiencia de la vigilia de oración por la paz en Siria, cuando se hizo la prueba de ofrecer el sacramento de la reconciliación y la respuesta de los fieles fue masiva.
Al término de la misa, el Papa entregó ejemplares de su primera exhortación apostólica, “la Alegría del Evangelio”, que recoge las conclusiones del Sínodo de Obispos sobre la Nueva Evangelización en octubre del 2012, y otras reflexiones en torno al Año de la Fe. El texto está sometido a embargado el próximo martes a mediodía, cuando será presentado en el Vaticano.
El Papa concluye solemnemente el Año de la Fe iniciado por Benedicto XVI en 2012
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para registrados
Iniciar sesiónEsta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete