El rector ampara los incidentes en la Complutense y expulsa a la Policía
Carrillo asegura que los motivos del bloqueo del campus son «legítimos». Seguimiento desigual en el primer día de huelga en ESO y universidad
El rector ampara los incidentes en la Complutense y expulsa a la Policía
Antes de que asomara el sol por el horizonte, los «piquetes informativos» ya tenían ayer bloqueados los accesos al campus que la Universidad Complutense de Madrid —la primera universidad presencial de España por número de estudiantes— tiene en Somosaguas, en la localidad de Pozuelo de ... Alarcón. Valiéndose de cuanto tenían a mano, incluidos contenedores y farolas, grupos de jóvenes taponaron todas las entradas existentes , en vehículo o a pie, a modo de barricadas.
Así comenzaba la primera de las tres jornadas de huelga contra la política educativa del Gobierno convocada en toda España por el Sindicato de Estudiantes en la enseñanza secundaria y en la universidad. Ante los incidentes, acudieron a Somosaguas miembros de la Unidad de Intervención Policial (UIP) de la Policía Nacional, que fueron recibidos con ladrillazos por los «piquetes». Tampoco el Rectorado acogió a las fuerzas del orden con los brazos abiertos. Por el contrario, los expulsó de los accesos al campus, arguyendo que en el recinto universitario la autoridad competente es el rector, en este caso José Carrillo.
En un comunicado, el Rectorado de la Universidad Complutense indicó que efectivos de la Policía Nacional habían entrado a las 8:30 horas en el campus de Somosaguas «sin conocimiento de las autoridades académicas». Además, la nota agregaba que «desde el Rectorado de la Universidad Complutense s e consideran legítimos los motivos de la protesta », si bien invitaba «a quienes participan en la misma a que se haga en el marco habitual de la convivencia en el Campus».
Fuentes del Rectorado señalaron a ABC que había algunas barricadas que impedían el paso de vehículos, no de personas, y que los agentes habían entrado «sin autorización» . Una pareja de empleados de una empresa de seguridad, que aseguraban haber acudido al campus expresamente por la posibilidad de incidentes, aseguraron a este diario que se habían bloqueado todos los accesos, «a los peatones también».
El ambiente en el campus de Somosaguas se fue serenando a medida que avanzaba la mañana. Los accesos quedaban abiertos, aunque se veían todavía junto a las entradas contenedores volcados. Por las paredes de las distintas facultades, los «piquetes» habían dejado su huella. Una pintada en la Facultad de Económicas, supuestamente alusiva al ministro de Educación, José Ignacio Wert, avisaba: «Haremos que dimita con mucha dinamita» . Otra «informaba» a quienes se atrevieran a ir a clase: «Atención esquiroles, piquetes con machetes».
A clase pese a las amenazas
Pese a la advertencia, a la entrada de esta facultad un grupo de estudiantes acababa de salir de un examen. «Los profesores no hacen huelga», explicaban, por lo que no querían arriesgarse a un suspenso. Otra alumno de Segundo decía que ella iría a clase ayer y hoy, pero no el jueves, cuando se prevén las mayores movilizaciones de la semana contra Wert.
El núcleo duro de la huelga en el campus, no obstante, estaba en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociología, donde, en algún pasillo, las pancartas apenas dejaban ver un trozo de tabique. Allí, un grupo de estudiantes, que se negaban a hablar con ABC por ser un periódico «fascista» , decían no ser «radicales de izquierdas», sino tan sólo estudiantes que defendían sus derechos.
Un profesor de Sociología que prefería no identificarse confirmaba que muchos estudiantes habían hecho huelga, pero también advertía de la «coacción» que se hacía para secundarla. Además, aseguraba que se habían cerrado aulas para evitar actos de vandalismo en ellas.
La huelga de estudiantes tuvo ayer en España un seguimiento «desigual», según el Ministerio de Educación, y «masivo», según los convocantes.
Falta de información
El departamento que dirige José Ignacio Wert, basándose en los datos recopilados por las comunidades autónomas, indicó que la repercusión del paro fue «prácticamente nula en Educación Primaria, escasa en la Educación Secundaria Obligatoria y algo mayor en Bachillerato». «En ningún caso -añadía en una nota- los datos que están facilitando las organizaciones convocantes se aproximan ni remotamente a los que las comunidades autónomas están proporcionando». No obstante, admitía que la falta de información respecto a varias comunidades impedía facilitar «siquiera una aproximación al porcentaje de seguimiento» .
Por su parte, el Sindicato de Estudiantes calificó la primera jornada de huelga de «éxito rotundo», con un 90% de seguimiento y «más de dos millones y medio de estudiantes de Secundaria y Universidad en huelga contra las contrarreformas educativas del PP». El paro, aseguraron, fue secundado de manera «masiva» en Madrid, Andalucía, País Valenciano, Extremadura, Aragón, Asturias y Galicia, con entre el 80 y el 95% de seguimiento, mientras que lo cifraron en el 75% en Cataluña, La Rioja, Murcia, Castilla y León, Castilla-La Mancha y Canarias.
Mañana, «día grande»
Sin embargo, la huelga y las movilizaciones de ayer y de hoy se espera que sean sólo el aperitivo para mañana, el auténtico «día grande» de las movilizaciones contra la reforma educativa y el resto de la política impulsada por Wert. Para entonces, está convocada un paro general en todos los niveles de la enseñanza. En esta ocasión, lo convoca la Plataforma Estatal por la Escuela Pública, que agrupa a distintos sindicatos, asociaciones estudiantiles y a una confederación de padres, la Ceapa. Además, por la tarde, se han organizado manifestaciones en distintas ciudades. La principal se desarrollará en Madrid, desde la llamada plaza de Neptuno hasta la sede del Ministerio de Educación, en la calle de Alcalá.
La Plataforma hizo pública ayer una carta en la que califican al ministro de Educación de «persona non grata» y de «enemigo de la educación».
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