Las olas de calor serán más frecuentes e intensas en los próximos 30 años

Mientras tanto, las olas de calor en verano más intensas, clasificadas como eventos 5 sigma, pasarán de estar ausentes a cubrir alrededor del 3 por ciento de la superficie terrestre global en 2040.

El nuevo estudio, publicado este jueves en la revista « Enviromental Research Letters », muestra que, en la primera mitad del siglo XXI, estos pronósticos se cumplirán independientemente del conjunto del CO2 emitido a la atmósfera.

Después de esto, el aumento de la frecuencia de las olas de calor se volverá dependiente del escenario de emisiones adoptado. En un contexto de bajas emisiones, el número de situaciones extremas se estabilizará en 2040, mientras que con altas emisiones, la superficie terrestre afectada se incrementará un 1% anual a partir de 2040.

En un escenario de altas emisiones, las proyecciones muestran que para 2100, las olas de calor 3 sigma cubrirán el 85% de las superficie terrestre del planeta, mientras que las 5 sigma afectarán a alrededor del 60%.

«Un buen ejemplo de un reciente evento 3 sigma es la ola de calor que sufrió Rusia en 2010 , que se expandió sobre una amplia zona, desde el Báltico hasta el mar Caspio. En la región de Moscú, la temperatura media en julio fue 7 grados más calida de lo normal, que era alrededor de 25ºC. En algunas zonas, las temperaturas superaron los 40ºC», apunta Dim Coumou, autor principal del estudio.

Las regiones tropicales, las más afectadas

En su investigación, Coumou, del Instituto Potsdam para el estudio del impacto climático, y Alexander Robinson, de la Universidad Complutense de Madrid , utilizaron dos modelos climáticos para pronosticar los cambios en la tendencia del calor extremo bajo dos futuros escenarios de calentamiento: RCP2.6 y RCP8.5, durante todo el siglo XXI. También se analizó el período histórico, y los resultados mostraron que los modelos pueden reproducir con precisión el aumento observado en los extremos de calor mensuales en los últimos 50 años.

De acuerdo con la investigación, las regiones tropicales verán el incremento más fuerte de calor extremo , excediendo el umbral definido por la variabilidad histórica en la región específica. Los resultados muestran que estos cambios pueden verse ya cuando analizan las observaciones entre 2000 y 2012.

«El calor extremo puede ser muy dañino para la sociedad y los ecosistemas, causa muertes, incendios forestales o pérdidas en la producción agrícola. Así que un incremento en su frecuencia planteará grandes desafíos a la sociedad y algunas regiones tendrán que adaptarse a una mayor frecuencia de olas de calor más intensas en el corto plazo», concluye Coumou.