El preparado «que sustituirá a la comida» enriquece a su inventor en pocos días

A la vista de los resultados —y de la avalancha de pedidos ansiosos a través del espacio de comentarios de la bitácora—, Rhinehart, que acaba de cumplir los 24, se apresuró a transformar en un negocio lo que había nacido como un intranscendente proyecto de internet: Montó una empresa con cuatro amigos —de la que se autoproclamó CEO— y se lanzó a comercializar el batido bajo el nombre de Soylent, en honor a los polvos que sirven de único alimento para la población mundial en la célebre película de Charlton Heston « Cuando el destino nos alcance ». Su objetivo: convertir su compuesto de ingredientes químicos puros aderezados con sal de cocina y aceite de oliva —una mezcla «deliciosa», según él— en el producto que aliviaría las decenas de estómagos hambrientos del planeta.

Sin embargo, pronto se encontró con un obstáculo que parecía insalvable: la financiación. Pero solo lo parecía: optó por organizar una campaña de «crowdfunding» —campaña de financiación en la que los internautas que lo deseen aportan una pequeña cantidad de dinero— a través del sitio Crowdhoster . En apenas tres horas consiguió los cien mil dólares que había calculado que necesitaría, pero el contador no se paró ahí., sino que siguió subiendo.

De momento, y cuando aún quedan 22 días para participar, lleva recaudados 344.000 dólares de casi tres mil donantes y compradores, que no han dudado en invertir en el producto pese a su precio prohibitivo —la ración para un mes cuesta 230 dólares— ni los riesgos que podría conllevar para la salud. Y es que, como la empresa advierte en su web , la única comprobación que ha seguido el producto es haber servido de sustento a la cúpula directiva de Soylent «durante varios meses».