Triana lleva al Cristo de las Tres Caídas a Santa Ana

Es la antesala a la Cuaresma en Sevilla y el inicio de la misma en Triana, el tiempo esperado que cada año lo adelanta este barrio tan distinto y diferente a todo lo demás.

La pandemia impidió que el Cristo de las Tres Caídas y la Esperanza salieran al encuentro de Sevilla y de Triana, pero todos los devotos no han cesado de ir a visitarlos cada día del año, cualquier momento era bueno para ello. Pero ahora, aunque a pesar de que el virus continúa estando, llegó la hora de volver a la normalidad .

A las siete de la tarde iniciaba la eucaristía previa al inicio del vía crucis. Una hora más tarde, las puertas de la capilla de los Marineros eran abiertas de par en par, podía admirarse a la Virgen de la Esperanza en el remozado camarín desde la calle y el amplio cortejo comenzaba a salir.

Poco tiempo después, el Señor cruzaba el dintel de la capilla con esa túnica impactante que recrea a la de Rodríguez Ojeda ante una calle Pureza a rebosar, con más público con respectos a otros años. Había mucha expectación por verlo de nuevo en la calle. Predominaba el silencio, solo interrumpido por el rezo de las estaciones y por el quinteto de músicos de la banda de las Cigarreras que acompañó musicalmente en este vía crucis, quienes estrenaron la pieza 'Santísimo Cristo de las Tres Caídas', de Rocío González.

Caminaba por Pureza en dirección contraria a la parroquia, es decir, hacía el Altozano. Todo era oscuridad en la calle hasta que la imagen alcanzó la casa de Mora, ese lugar tan especial cuando los titulares de la hermandad pasan por ahí. Esta vez la petaladas y aplausos fueron convertidos en rezo y emoción.

Seguía el vía crucis por Fabié y Rodrigo de Triana , los balcones estaban engalanados con fotografías del Cristo y de la Virgen, comenzaba a oler a azahar en pleno invierno en esa zona porque la primavera parece tener ganas de llegar antes ante tanta añoranza.

A las nueve de la noche el Cristo de las Tres Caídas alcanzaba su calle, la que une a Rodrigo de Triana con Pelay Correa. La plazuela estaba abarrotada, al igual que los bares colindantes, era la vuelta a la vida.

El tiempo era cumplido al milímetro. A las nueve y media en punto el Señor entraba en la Catedral de Triana, donde le esperaba la Pastora en la puerta y Madre de Dios del Rosario delante de su capilla.

Los hermanos dejaron al Cristo de las Tres Caídas delante de la abuela de Dios, el padre Manuel Azcárate agradecía la vuelta de la hermandad a Santa Ana, la que también es su casa, regresó esta estampa perdida.

Este martes arranca su quinario, concluyendo el domingo. El lunes, a las doce del mediodía regresará a la capilla , con luz del día y con música, toda una delicia para todos los sentidos. Vuelve la Esperanza a Triana.