Pedro Manzano restaura el Cristo de la Columna de Lucena, obra de Pedro Roldán

Según consta en la documentación que posee la corporación, la obra le fue pagada al imaginero en dos plazos. El 11 de abril del mencionado año, parece ser que recorrió este cristo por primera vez, bajo palio negro y sobre andas de camilla del mismo color, las calles de Lucena, sobres hombros de seis 'santeros' con horquillas y sonando el 'torralbo', un toque de corneta breve, pero de sonido armonioso compuesto de tres tiempos.

En la procesión, participaron hermanos disciplinantes con jubones y capirotes blancos junto con hermanos de luz. También alumbraban clérigos con velas. Y así hasta la actualidad, donde cada Jueves Santo por la tarde, cientos de personas se congregan en la plaza de Santiago, en el corazón de la antigua judería lucentina para ver cómo salen las andas del Cristo de la Columna.

Analizando la talla en sí, el titular de la cofradía según el profesor Bernales, se ha de incluir en el período de madurez de Roldán (1665-1675), al que pertenecen también sus trabajos del retablo sevillano de la Caridad y otro buen número de obras altamente valoradas. En un encuadre cronológico efectuado anteriormente por José Hernández Diaz, el Amarrado lucentino pertenece al momento culminante de la etapa llamada por este experto 'período de los lustros magistrales' (1660-1675).

Además de Semana Santa, esta imagen participará el sábado 27 de septiembre de 2025 en la celebración de la primera procesión magna de la historia de Lucena. Este desfile extraordinario, impulsado desde la Diócesis por el Jubileo Ordinario de la Iglesia, reproducirá la Pasión, Muerte y Resurrección de Jesús con 18 imágenes.