«El motivo de la celebración de este acto tan especial va de la mano de una de las aristas que conforman el mencionado congreso, puesto que las hermandades, a través del culto a nuestros titulares, hemos sido transmisoras de la fe a lo largo de la historia y ahora es momento de aunar esfuerzos en el camino de la evangelización, siendo la piedad popular el instrumento que mejor conocemos».
Este misterio, uno de los clásicos de la Semana Santa de Sevilla, «refleja el gran mensaje que Dios nos transmite a través de su palabra: Jesús vino al mundo a morir por nuestra causa y mostrarnos el camino de la salvación, y para ayudarnos a seguir su ejemplo, compartió con nosotros a su bendita madre, María, como intercesora para llegar al Señor».
Asimismo, este culto coincidirá con el besamanos ordinario de la Virgen de la Cabeza que cada año se celebra en la fiesta de la Inmaculada.
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